La decisión más sorprendente de BMW: este SUV sigue con vida

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BMW decide mantenerlo en cartera, pero reduce la gama
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La versión que desaparece es la intermedia, con 653 CV de potencia
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No es premium como BMW, pero es alemán y cuesta 99 euros al mes
Durante meses, todo apuntaba a que el BMW XM tenía los días contados. Su lanzamiento fue tan ambicioso como polémico: un SUV colosal, con diseño extremo y una potencia descomunal, ideado por la propia división M como un símbolo del futuro de la marca. Pero las cifras de ventas y la recepción global no estuvieron a la altura del discurso. La retirada parecía inevitable.
Y sin embargo, aquí estamos. BMW ha cambiado de opinión. En lugar de enterrar al modelo, ha optado por darle una segunda vida con una serie de actualizaciones que podrían darle el empujón que nunca tuvo. No es habitual ver a la marca bávara recular, y menos con un modelo de este calibre. Pero también es cierto que nunca había fabricado algo como el XM.

BMW mantiene con vida el XM, veremos durante cuánto tiempo
A nivel estético, lo esencial se mantiene. El XM sigue siendo ese mastodonte de líneas afiladas y mirada intimidante. Lo nuevo está en los detalles: nuevos colores, como el llamativo Azul Tanzanita Frozen, más opciones de llantas de hasta 23 pulgadas y una parrilla negra brillante que refuerza su presencia.
El interior tampoco ha cambiado radicalmente, pero sí gana en sofisticación. Se incorpora una opción de cuero azul para los más atrevidos y, por fin, los cojines traseros que antes eran exclusivos del Label Red pasan a ser de serie. Es un lujo menos estridente, más personalizable, pero igual de contundente.

Se mantienen las versiones de acceso y top de la gama
Donde sí hay un giro más contundente es en la oferta mecánica. Desaparece la versión de 653 CV, y BMW se queda solo con dos variantes: la “básica” XM 50e con 476 CV y la bestial XM Label de 749 CV y 1.000 Nm. Ambas son híbridas enchufables con el nuevo cargador de 11 kW.
Con esta apuesta, BMW elige simplificar: o entras al XM por la puerta racional, o te vas al extremo absoluto. Ya no hay término medio. Y todo esto, con la promesa de que el modelo seguirá a la venta en España durante un tiempo.