El VAR corrige a Munuera Montero y expulsa a Muriqi por una patada en la cara a Joan García

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El VAR expulsó a Muriqi por una patada
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Munuera Montero tuvo que ser avisado para revisar la jugada
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Munuera Montero se equivoca, según los expertos arbitrales, al no atender a Raíllo antes del gol de Ferran
El estreno del Mallorca en Son Moix en esta nueva temporada de LaLiga estuvo marcado por la polémica arbitral. En un partido ya agitado por el gol concedido al Barça con Antonio Raíllo desplomado en el césped, la expulsión de Vedat Muriqi en la primera parte terminó de encender a la grada. El VAR intervino para transformar una amarilla en roja directa después de que el delantero kosovar golpeara con la bota en la cara al guardameta Joan García.
La roja a Muriqi y el estallido de Son Moix
El clima enrarecido no tardó en empeorar. En el minuto 35, Muriqi fue amonestado por una acción en la que, al disputar un balón aéreo, levantó la pierna en exceso e impactó con su bota en la cara de Joan García. La jugada pasó desapercibida en un primer momento, pero la revisión del VAR cambió todo. Munuera fue llamado a la pantalla y, tras verla, decidió expulsar al delantero kosovar en el 38’.
La decisión dejó al Mallorca con nueve jugadores antes del descanso, tras una primera expulsión previa, y encendió todavía más los ánimos. En Son Moix nadie entendía lo que estaba ocurriendo, y la indignación se palpaba en cada rincón del estadio. El propio Jagoba Arrasate, técnico bermellón, tuvo que escuchar las explicaciones de Munuera Montero sobre lo sucedido, aunque, como era previsible, no quedó convencido.
Roja directa para Muriqi por esta acción sobre Joan García.
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— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) August 16, 2025
Un inicio caótico con el gol de Ferran Torres
El primer gran foco de polémica llegó en el minuto 23. Lamine Yamal probó suerte desde lejos y su disparo fue desviado con la cabeza por Raíllo, que cayó al suelo visiblemente dañado. El central bermellón permanecía tendido en el área cuando Ferran recogió el rechace y mandó un potente disparo directo a la escuadra. La jugada dejó congelado a Son Moix: mientras los jugadores mallorquinistas protestaban al árbitro para que detuviera el juego, Munuera Montero concedió el gol.
El tanto, que llegó con Raíllo todavía en el suelo, desató la indignación de los locales. Las protestas fueron inmediatas y terminaron con amarilla para Manu Morlanes. El enfado se trasladó a la grada, que no comprendía cómo no se había detenido el partido para atender al capitán.
