Dani Ceballos hace cardio a altas temperaturas en una sauna, una práctica que no recomiendan los médicos

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Dani Ceballos también trabaja su físico fuera de los entrenamientos con el Real Madrid y así lo ha evidenciado su pareja, Luna Serrat, en una historia de su cuenta de Instagram en la que aparece el futbolista haciendo bicicleta estática.
Sin embargo, lo que llama la atención de la foto es que el centrocampista está haciendo cardio metido en una sauna y su pareja refiere que se encuentra a 60ºC. ¿Entrenar a temperaturas extremas es saludable? ¿Hasta qué punto Dani Ceballos está sometiendo a su cuerpo a una situación extrema?
Riesgos de entrenar a temperaturas extremas
Durante todo este verano, los sanitarios han centrado sus esfuerzos en visibilizar los riesgos de hacer deporte a altas temperaturas, por lo que es lógico pensar que esta práctica conlleva riesgos.
Uno de los profesionales que pone en duda este tipo de entrenamiento es Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Y es que, a raíz de una práctica similar protagonizada por Sergio Ramos, este aseguró que "se trata de una práctica muy agresiva y yo no he encontrado ninguna evidencia de que eso suponga una ventaja técnica" y que, además, no está exenta de riesgos.
Hacer deporte a altas temperaturas aumenta el riesgo de sufrir un golpe de calor y, en el peor de los escenarios, un trastorno cerebral o un fallo multiorgánico metabólico porque el corazón no sea capaz de resistir esa temperatura.
Por esta serie de riesgos, los médicos no recomiendan dicha práctica, especialmente entre la población general porque no cuenta con el físico de un deportista de élite como Dani Ceballos.

¿Qué ocurre en el cuerpo al entrenar en una sauna?
En primer lugar, al someter el cuerpo a altas temperaturas, "la temperatura corporal puede sobrepasar los 40 grados, con lo que se producen los síntomas de un golpe de calor", comienza explicando el Dr. Armenteros.
Aunque el organismo va a buscar la manera de expulsar el calor, bien en forma de sudor o por vasodilatación -poniéndose roja la piel-, el problema es que "a esas temperaturas es muy probable que el organismo pierda la capacidad de termorregularse", apunta.
Asimismo, la sudoración extrema "puede provocar una deshidratación si no se hace una importante recuperación hídrica de sales minerales -claves para la conexión cerebral y el latido cardíaco-".
A estos riesgos hay que añadirle el impacto de la humedad, propio de una sauna, que "hace que podamos perder menos calor transpirando porque no se evapora con la facilidad que se evaporaría con un clima más seco, entonces, lo que hace es que el calor se pierda más dificultosamente", concluye el portavoz de SEMG.