Estos dos modelos son ya un problema para Volkswagen

-
La caída de estos dos modelos demuestra que Volkswagen no puede confiar solo en su nombre
-
Más de 1.500 km de autonomía: Toyota, Volkswagen y compañía ya tiemblan
Volkswagen atraviesa un momento de incertidumbre. La firma alemana, acostumbrada a marcar el rumbo en el mercado europeo, ve cómo algunos de sus productos más recientes generan más dudas que confianza. La situación no es nueva, pero ahora afecta directamente a dos modelos clave que deberían ser garantía de estabilidad.
El primero es la nueva generación del Multivan. Este vehículo, tradicionalmente asociado a la versatilidad y a la mítica versión California, ha recibido mejoras notables, incluida una variante híbrida enchufable con equipamiento avanzado. Sin embargo, pese al esfuerzo de la marca, la respuesta de los clientes está lejos de ser la esperada.

Las ventas de los Volkswagen Multivan e ID.Buzz se desploman
En paralelo, la ID. Buzz sufre un destino similar. Durante el inicio del año logró cifras positivas, con un incremento de ventas superior al 70 %, lo que parecía anunciar un futuro brillante. No obstante, el entusiasmo inicial se ha desinflado rápidamente, mostrando que la demanda real es menos sólida de lo previsto.
El problema es de tal magnitud que Volkswagen ha tenido que parar la producción. La fábrica de Hannover, donde se fabrican ambos modelos, detuvo su actividad durante doce días para ajustar inventarios. Una medida drástica que refleja los vaivenes de un mercado en el que los eléctricos avanzan, pero con paso más lento del esperado.

Exceso de producción
La propia compañía ha reconocido que se trata de un debilitamiento temporal. Aun así, los números hablan por sí solos: en el primer semestre de 2025 se entregaron 224.000 unidades, frente a las 231.000 del mismo periodo del año anterior. Menos coches vendidos, aunque con ingresos algo superiores gracias al aumento del precio medio.
Fuentes internas insisten en que la prioridad será reordenar la estrategia. Se buscará potenciar las ventas junto a la red de concesionarios, apostando por promociones más agresivas y un calendario de lanzamientos que reactive la confianza de los clientes europeos. La competencia, cada vez más feroz, no da margen de error.