Lamine Yamal, la selección y el enfado del Barcelona: ¿saben aquello del hilo negro?

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Lo del enfado del Barcelona con la selección española y el papel de Lamine Yamal es más antiguo que el hilo negro. Me encanta ese dicho, ahí lo dejo. Pasa cada vez que un jugador deja su equipo para irse con su selección, casi siempre con la española. Y pasa mucho con los grandes. Este ejemplo del Barcelona (como otras veces el Real Madrid) es claro. Lamine está para jugar porque ya ha jugado con su equipo (PSG) y lo hará, si no hay sorpresa, este domingo en Sevilla. ¿Qué motivo hay para que no sea citado por Luis de la Fuente?
Claro está que en este mundo periodístico de aduladores y críticos por naturaleza, hay quien dirá que una convocatoria de Lamine con la selección es algo cercano a un crimen deportivo. Que el muchacho, niño todavía aunque haya cumplido 18 años, no está recuperado y todo iría en perjuicio del Barcelona. De 'su' Barcelona. Que la selección no se juega nada, que ir al Mundial está chupao y que puede ganar los dos próximos partidos jugando con la sub 21. O con Borja Iglesias, que está que se sale.
A mí me da igual lo que haga Lamine en su vida diaria, imagino que jugará mucho a los videojuegos y estará con sus amigos. O con alguna amiga, más o menos conocida. Que ahora se arrima mucha gente, también es el hilo negro. Pero seguro que será muy feliz entrenando y vistiendo la camiseta de la selección, jugando partidos internacionales y callando muchas bocas. Y dando pasos para ser el próximo Balón de Oro. Mucho mejor que quedarse en casa con el mando y la Play. Ya pueden decir misa Laporta, Deco o Flick.
Es un niño, nunca lo olviden. Lamine Yamal sigue siendo un niño. No lo olviden. Un niño que ha tenido que crecer dando pasos más rápidos que otros niños de su edad, un famoso jugador de fútbol que ha llegado a la mayoría de edad biológicamente cuando tocaba, pero emocionalmente antes de tiempo. Deportivamente, ya ni les cuento. Y, como niño que es, lo que quiere es jugar. A los videojuegos, también. Pero mucho más con un balón de fútbol. Como hemos hecho muchos ahora ya mayores. En la calle o en el campo. Lo que ahora tendrían que seguir haciendo nuestros hijos en este mundo que nos lleva tan deprisa a todos.
Yo no sé cómo se hace, porque uno pierde la agilidad para los videojuegos con el paso de los años, pero sé que hay alguna forma de que el mismo jugador sea los 11 del mismo equipo a la vez. Que Lamine, en este caso, juegue de portero, de lateral, de pivote, de extremo como siempre y hasta de delantero. Once Lamines en el mismo equipo. En el Barcelona, en la selección o en otro equipo que uno cree. Eso sería la leche. Porque yo quiero ver jugar a Lamine todos los días, eso no está pagado. Si tiene molestias, que se vuelva para casa. Pero si está bien, a jugar. Que lo de criticar todo lo que haga Luis de la Fuente también es como el hilo negro.