Citroën convierte al 2CV en un eléctrico para todos los bolsillos

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El 2CV podría regresar
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Citroën estudia recuperar uno de sus modelos más emblemáticos con una propuesta que apunta directamente a la movilidad eléctrica asequible. El legendario 2CV, símbolo de simplicidad y funcionalidad en la Europa de posguerra, podría renacer como un vehículo urbano completamente eléctrico, posicionado entre el Ami y el ë‑C3 dentro de la gama actual del fabricante. Aunque el proyecto no ha sido confirmado como definitivo, la nueva dirección de la marca considera viable su desarrollo técnico y comercial en el contexto de una gama más accesible y racional.
El enfoque se centra en reinterpretar la filosofía original del 2CV, con un diseño ligero, eficiente y económico, pero adaptado a las normativas y exigencias del siglo XXI. En este sentido, se espera que el modelo adopte una plataforma específica para vehículos eléctricos urbanos, con una autonomía ajustada al uso diario en entornos metropolitanos. También se contempla una estética distintiva que, sin caer en lo meramente retro, evoque el carácter funcional e icónico del modelo original.

Lo destacable en este caso es que la iniciativa surge en un momento de transformación interna para Citroën, marcada por una nueva estrategia que busca equilibrar identidad histórica y renovación tecnológica. La intención sería ofrecer un producto con personalidad propia, que amplíe la oferta de vehículos eléctricos a precios competitivos sin renunciar a la calidad percibida ni a los estándares actuales de seguridad y conectividad.
Una apuesta icónica con retos actuales
El desarrollo de un nuevo 2CV eléctrico implicaría superar varias barreras. El primero es el coste: lograr un precio de acceso verdaderamente asequible sin comprometer elementos clave como la seguridad, la autonomía o el confort de marcha. Otro desafío reside en encontrar el equilibrio adecuado entre la inspiración en el pasado y la necesidad de proyectar una imagen moderna y coherente con la gama actual.
Por otro lado, el modelo tendría que posicionarse frente a rivales directos que ya han apostado por reinterpretaciones de iconos históricos en formato eléctrico. Esto obliga a Citroën a plantear una propuesta diferenciadora, que no dependa únicamente del componente nostálgico.
Aunque el futuro 2CV aún está en fase de estudio, su sola mención pone de relieve la voluntad de la marca por explorar nuevas vías dentro del mercado eléctrico generalista. Si se concreta, podría convertirse en una pieza clave para reforzar su presencia en el segmento de acceso a la electromovilidad.