Un nuevo cambio de esquema de Matías Almeyda en el Metropolitano

El Sevilla continúa siendo excesivamente frágil. No importa si el rival es de la élite, como el Mallorca o la Real Sociedad, o si es de categorías inferiores, como el Toledo, el conjunto de Matías Almeyda continúa temblando cada vez que sus contrincantes se acercan al área y ante las numerosas bajas previstas para el sábado, el técnico argentino podría confeccionar, otra vez, una línea de cinco en defensa. El problema, eso sí, no es el número, sino los nombres.

Porque en el Metropolitano Matías Almeyda no podrá contar ni con César Azpilicueta, ni -probablemente- con Tanguy Nianzou, ni con Batista Mendy, ni con Lucién Agoumé, cuatro de los hombres en los que más confía en términos defensivos. Y es un auténtico problemón.

Sí tiene a disposición, al menos de momento, a hombres como Marcao, Cardoso, Ramón Martínez, Kike Salas o Castrín para el eje defensivo; y a Nemanja Gudelj como Djibril Sow -además de Manu Bueno- para el doble pivote; pero de todos los nombrados, el único que ha tenido regularidad y cierta confianza ha sido el brasileño. Y ya sabemos también de su fragilidad.

Sin la calidad de otros momentos, Matías Almeyda se debate ahora sobre la conveniencia de intentar tapar defectos con cantidad, es decir, acumulando a tres centrales, que bien podrían ser Cardoso, Marcao y Kike Salas, con un doble pivote en el que también estaría Gudelj. La manta, eso sí, no taparía completa.

El déficit del Sevilla en la creación

Porque Matías Almeyda sabe que, como ocurrió recientemente en el Betis - Atlético de Madrid, Diego Simeone no tendrá problemas en cederle la posesión al Sevilla, más con los evidentes problemas de creación que tienen los hispalenses.

Con Nemanja Gudelj y Sow, además de tres centrales, el Sevilla se quedaría prácticamente sin opción de sumar a un mediapunta como falso organizador como podría ser Rubén Vargas o incluso Peque Fernández, por lo que el debate está en la mesa.

El problema no es menor, aún quedan unos días para decidir, pero la idea de la línea de cinco, ahora sí, parece volver a estar sobre la mesa de Matías Almeyda.