Lamine Yamal toma galones con la bronca a sus compañeros del Barça: "¿Qué hacemos en el medio campo?"
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El gol del empate llegó tras una rápida transición que pilló descolocado al Barça
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En Balaídos, además de los goles de Lewandowski y la lluvia que no dio tregua, hubo una imagen que reflejó el nuevo espíritu competitivo del Barcelona: la de Lamine Yamal, con apenas 18 años, levantando la voz para exigir más concentración a sus compañeros. El joven talento culé reaccionó con visible enfado tras el 1-1 del Celta, un tanto que llegó justo después de una ocasión desperdiciada por los azulgranas. “¿Qué hacemos en el medio campo?”, se le escuchó decir, molesto por la falta de intensidad en la presión.
El liderazgo de Lamine Yamal
El Barça acariciaba el 0-2 tras una ocasión clara de Rashford, pero el fútbol castigó su falta de contundencia. En la jugada siguiente, el Celta armó una contra vertiginosa: Sergio Carreira combinó en mediocampo, rompió líneas y se plantó solo ante Szczesny. El meta polaco dudó en salir, y el lateral celeste definió con un disparo cruzado perfecto.
Esa secuencia, del “casi” azulgrana al gol celeste, encendió la frustración de Yamal, que no dudó en pedir explicaciones y reordenar al equipo. Un gesto que sorprendió a más de uno y que muestra la evolución del canterano: ya no es solo talento, también liderazgo.
"¿Qué hacemos en el medio campo?".
La reacción de Lamine Yamal al 1-1 del Celta.#DeportePlus pic.twitter.com/VViSbnpMSS
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) November 9, 2025
El nuevo rol de Lamine en un Barça de contrastes
A lo largo del partido, Lamine no solo participó en ataque, donde firmó el 2-3 antes del descanso, sino que también asumió responsabilidades emocionales en un equipo que todavía busca identidad. Su reprimenda en Balaídos recordó a la de un veterano, más que a la de una promesa, y fue muy comentada en redes sociales.
Con Flick en el banquillo, Yamal ha ido ganando peso dentro y fuera del campo. Su conexión con Rashford y su determinación en los momentos complicados lo están convirtiendo en uno de los nuevos referentes del vestuario. En Vigo, su voz se escuchó más fuerte que nunca.
