El coche híbrido se impone como el rey de la carretera en España

Más de la mitad de los españoles optaría hoy por un vehículo híbrido o híbrido enchufable. Mientras tanto, el coche eléctrico pierde chispa -y puntos de recarga- en las grandes ciudades. Entre el precio, la autonomía y la falta de enchufes, parece que los conductores prefieren seguir “enchufados” a la gasolina… pero solo a medias.

La electrificación del parque automovilístico español avanza, aunque lo hace con el ritmo pausado de un coche subiendo una cuesta sin batería. La edición 2025 del Foro de Movilidad de Alphabet, la compañía de movilidad corporativa del Grupo BMW, dibuja un panorama claro: los españoles quieren ser sostenibles, sí, pero sin renunciar a la autonomía ni vaciar el bolsillo.

Los vehículos híbridos se consolidan como los grandes favoritos. El 40% de los conductores se decanta por esta opción, mientras que los híbridos enchufables suman otro 14%. En total, más de la mitad de los encuestados (54%) planea adquirir un vehículo que combina electricidad y combustible. El coche 100% eléctrico, en cambio, se desinfla: su intención de compra cae al 8%, cinco puntos menos que en 2024.

El entusiasmo inicial parece haberse topado con la dura realidad. Los tres grandes “enemigos” del coche eléctrico siguen siendo los mismos: el precio (28%), la autonomía (26%) y la falta de puntos de recarga (23%). En otras palabras, los españoles no quieren quedarse tirados ni hipotecados por ser ecológicos.

Los motores de gasolina, lejos de desaparecer, recuperan protagonismo y suben hasta el 22% de preferencia. En un contexto de incertidumbre económica y geopolítica, muchos conductores parecen pensar que, al menos, el surtidor de siempre nunca falla.

Desigualdad eléctrica

La adopción del coche eléctrico no solo depende del bolsillo, sino también del código postal. Madrid (22%) y Barcelona (18%) siguen liderando el uso, aunque ambas caen seis puntos respecto al año anterior. Palma, Bilbao o Sevilla mantienen cifras moderadas, mientras que ciudades como Pamplona o Logroño no alcanzan ni el 10%.

Por edades, los jóvenes -tradicionalmente los más abiertos a lo nuevo- reducen su uso de vehículos eléctricos del 27% al 19%. Quizá porque descubrieron que no basta con tener conciencia verde si el enchufe más cercano está a diez manzanas.

Solo el 27% de los españoles tiene punto de carga en su garaje. El 51% depende de cargadores públicos o de terceros, y un 20% directamente no tiene dónde enchufar su coche. Así, no sorprende que el 51% de los conductores no esté dispuesto a pagar más por un eléctrico y que solo un tercio aceptaría un sobrecoste de hasta 5.000 euros.

Un futuro híbrido

Con los híbridos enchufables como puente entre el presente y el futuro, la movilidad española avanza hacia la sostenibilidad… a su manera. La mitad de los conductores quiere probar un eléctrico, pero sin arriesgar su economía. “La transición energética no depende solo de la tecnología, sino también de la confianza y la infraestructura”, resume Ángeles Roca, de Alphabet.

Mientras tanto, el coche híbrido reina como la opción más sensata -y menos estresante- en un país donde la movilidad sostenible parece avanzar, sí, pero con el cable bien recogido.