Toyota cambia el plan y mete el nuevo Corolla en la nevera
-
El Toyota Corolla sería uno de los afectados, pero la medida afectará a toda la gama
-
Vale la mitad que un Toyota Land Cruiser y no tiene nada que envidiar
Toyota ha decidido frenar. La presión del mercado eléctrico y los costes de desarrollo han obligado a la marca japonesa a replantear su estrategia. Los coches eléctricos consumen recursos sin parar. Los fabricantes lo notan. Y Toyota también.
El avance tecnológico exige motores más eficientes y baterías más duraderas. Todo cuesta dinero. Mucho. Las inversiones no se detienen. Y cuando a ese gasto se suman los ciclos de renovación habituales, el equilibrio financiero se rompe. Toyota siempre ha sido prudente. Pero incluso para ellos el ritmo actual es imposible de sostener.
Toyota propone alargar el ciclo de vida de sus vehículos
Hasta ahora, como la mayoría de fabricantes, la marca mantenía un ciclo de siete años para cada modelo, con una actualización ligera a mitad de camino. Pequeños cambios de imagen. Mejoras concretas en el equipamiento o ajustes de software, pero nada radical. Esa fórmula permitía alargar la vida de sus coches sin hundir el presupuesto. Pero los tiempos cambian, y la presión tecnológica ha llevado a Toyota a una decisión inédita.
Según medios asiáticos, Toyota se plantea ampliar ese ciclo hasta nueve años. Dos años extra sin lanzar un modelo completamente nuevo. Un respiro financiero. Una manera de evitar una cadena interminable de gastos. El impacto será global. Los nuevos Corolla, Land Cruiser y compañía entran en el nuevo plan.
Los nuevos Corolla, Land Cruiser y compañía, a la nevera
Este movimiento no es aislado. Otras marcas, como Volvo, ya apostaron por estrategias similares. Menos restylings. Más actualizaciones de software. Más valor añadido desde lo digital. Sin tocar paragolpes ni gastar en moldes nuevos.
En pocas palabras, la marca japonesa pretende vender el mismo modelo durante más tiempo. Mantener su valor, impulsar el negocio del software, un campo donde Toyota aún debe crecer, controlar mejor los precios con los concesionarios, evitar las caídas de valor cuando se acerca un sustituto y ganar tiempo.