Ponga un Hugo Duro en su equipo... y en su vida
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A Hugo Duro hay que quererlo como es
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Gayà celebra el triunfo del Valencia pidiendo días libres y envía un mensaje: "Siempre voy a defender este escudo"
Creo que no es la primera vez que lo escribo, pero he de confesar que con Hugo Duro me cuesta mantener la objetividad. Nos conocemos poco, la relación ahora periodista-jugador de fútbol no es la de antes, pero lo poco que sé de él, al margen de sus capacidades profesionales, me gusta. Es un tipo que me cae bien. Es natural, un punto impulsivo, pero todo corazón. Por eso, me alegré de forma especial por su gol de chilena. Vale que el Valencia CF necesitaba ganar, pero que lo hiciera con un tanto de Hugo, ¿qué quieren que les diga?, le da un valor especial. Es una forma de hacer justicia con él.
Hugo Duro es un niño grande que está sufriendo
Zanjado el tema de Gayà tras las declaraciones del capitán que emocionan a los valencianistas, antes de que se abra un nuevo frente contra Hugo Duro y sus gestos y sus declaraciones al final del derbi que pudieron molestar a algún levantinista, creo que conviene entender cómo es el madrileño. A Hugo Duro, como futbolista, hay que juzgarlo por sus goles (es el mayor anotador de la última década), por su eficacia cara a puerta (marca un gol cada 143 minutos), pero ser profesional del Valencia CF es algo más en su caso y ahí Hugo es top. Es un tipo volcado con la causa valencianista desde que hace años Mestalla le robó el corazón; es una persona que sufre, que no tiene vergüenza en ir al máximo en cada acción. Su implicación es absoluta, de ahí que fuera protagonista de la tangana final y lo reconociera sin tapujos "había un jugador del Levante pegándome todo el rato, le pedí que parara y no lo hizo".
Sin embargo, yo me quedo con la segunda parte de su declaración, cuando confesaba, casi como si de un niño tierno se tratara, que "la gente piensa que los jugadores somos de piedra, pero lo pasamos mal, llegamos a casa amargados y amargo a mi familia y a mi mujer". Todo eso fue al final del derbi, con las pulsaciones a flor de piel. Me sonó sincero, despertó mi empatía y mostraba un chaval que lo está pasando mal, que lleva cuatro partidos de suplente y que se liberó porque su equipo está sufriendo. No vi un mal compañero ni un provocador, sino un chaval joven que se desata tras demasiada tensión acumulada. ¿Está bien? No, pero tampoco mal, ni tampoco es para ajusticiarlo.
Qué locura la chilena de Hugo Duro. pic.twitter.com/lE2RjXehJP
— Iván (@IvaanBlanco26) November 21, 2025
Uno, ¿qué quieren que les diga? desea tener gente así siempre en mi equipo, en mi vida. En definitiva, gente que arrima el hombro, que va más allá de lo mínimo, que se implica y que verbaliza cuando sufre y cuando ríe, que vive la causa al máximo. Así que, recomendación dominical, sean condescendientes con él si creen que merece ser criticado y pongan un Hugo Duro en su equipo, y en su vida. En el mío y en la mía siempre tiene cabida. Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en Valencia
Muy razonable la columna.