El problema respiratorio que no impide a Aitor Ruibal rendir sobre el césped: "Se me abren los pulmones"
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"Soy asmático, tengo bronquitis crónica. Pero con los medicamentos voy tirando bien"
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La guasa de Aitor Ruibal con Pablo García deja al joven sin calzonas en mitad del entreno
El Real Betis Balompié tiene en Aitor Ruibal uno de sus jugadores más representativos. Aunque casi nunca parte como titular, acaba jugando muchísimos partidos y, de hecho, es el hombre al que más veces ha alineado Manuel Pellegrini -186 apariciones- en sus cinco temporadas y pico como entrenador verdiblanco, respondiéndole con 11 goles y 15 asistencias.
Además, el catalán es chico para todo, pues igual juega de lateral, que de extremo o de delantero centro. Cuando hace falta tapar un agujero, el chileno sabe que puede tirar de Aitor Ruibal, que con su forma de jugar al fútbol aporta siempre lo necesario. Lo que no sabían tantos béticos, y es difícil de imaginar viéndole sobre el terreno de juego, es que el futbolista de Sallent de Llobregat tiene una enfermedad crónica que, eso sí, no le impide rendir a la perfección.
El polivalente jugador del Betis ha estado este martes en los medios oficiales del club, con la vista puesta en el partido del jueves de Europa League ante el Utrecht antes que en el derbi, que les medirá al Sevilla FC el próximo domingo en el Ramón Sánchez-Pizjuán, y en su comparecencia saltaba a la vista que, como tantos ciudadanos de Sevilla en la llegada del frío otoñal, sufre un importante resfriado. “Muy acatarrado. Normal en esta época, normal en mí, que estoy todo el año igual, pero hoy mucho más de lo normal”.
Unos problemas que no afectan para jugar al fútbol
Así, Aitor Ruibal ha confesado una circunstancia personal, unos problemas respiratorios que le acompañan siempre. “Soy asmático, tengo bronquitis crónica. Pero con los medicamentos voy tirando bien”.
Estos inconvenientes no le impiden rendir al mejor nivel cuando le toca jugar al fútbol, ya que ahí entra en juego la circunstancia por la que es un futbolista con tanto poderío físico. “Cuando salgo al campo se me abren los pulmones, se me abren las fosas nasales, y es diferente”, confesaba Aitor Ruibal, en una revelación cuanto menos curiosa para un hombre que, con constancia y sacrificio, siempre encuentra un hueco en este Betis.