Óscar Cano se encuentra el primer gran drama de la temporada: obligado a reinventarse
-
El Lucas Pérez más emotivo se confiesa tras su regreso al Deportivo: "Sentí lo mismo"
-
Lucas Pérez, líder más allá de los goles: el gesto que le corona en el vestuario
-
Óscar Cano aclara qué sucede con Trilli: los motivos por los que prefirió reconvertir a Villares
El Deportivo continúa con paso firme su andadura en la Primera Federación y suma ya 23 de 33 puntos posibles desde que Óscar Cano recaló en la disciplina coruñesa. Números que lo sitúan a cuatro puntos de la cabeza de la tabla. La próxima jornada al cuadro blanquiazul le toca visitar uno de los cinco feudos más complicados de la categoría: Santo Domingo. Aunque, para ello, el técnico nazarí tendrá que volver a reinventarse debido a las bajas del equipo. Un drama que afecta de manera directa a ambos laterales.
Ni Raúl Carnero ni, posiblemente, Antoñito. Así de delicada está ahora mismo la situación del Deportivo en cuanto a su once titular. Los dos laterales indiscutibles se perderán, salvo que el de Herrera acelere a pasos gigantes su recuperación, el decisivo duelo ante el Alcorcón. Es una final marcada en rojo por la distancia que separa a ambas escuadras.
Para los herculinos, la oportunidad de recortar a uno de los tres caballos inalcanzables y que cada vez parecen más a tiro. Sobre todo porque, con Lucas, todo parece más probable. Pero, eso sí, en la próxima jornada Óscar Cano se verá obligado a reinventar a su equipo. En un Dépor donde los laterales tienen una presencia importante, sobre todo por banda derecha, perder a los dos titulares hace que la situación se vuelva un poco más dramática.
La opción más probable del Deportivo ante el Alcorcón
Ante Unionistas la respuesta fue clara: dos jugadores reconvertidos. Uno para cada perfil. Villares y Pablo Martínez por encima de Retuerta y Trilli. Seguridad, experiencia y sobriedad por encima de la naturalidad posicional de cada uno. Aunque tanto el de Samarugo como el de Orange conocían a la perfección la posición y el granadino sabía perfectamente el rendimiento que iban a dar.
Por eso, parece que, aunque suene a drama y realmente sea un gran problema perder a tus dos laterales titulares, Óscar Cano tiene la situación bajo control. No con los teóricos suplentes, sino con dos jugadores reconvertidos que pueden funcionar a la perfección en dichas posiciones. No será un invento, como el de Víctor Narro, sino una respuesta a un déficit, el defensivo, que el nazarí trata de paliar con dos hombres de su total confianza. Pablo Martínez y Diego Villares apuntan a ser la solución a corto plazo para el drama de los laterales: ambos titulares lesionados y, los suplentes, sin minutos ni oportunidades.