Los guajes ya son paisanos

Una plantilla con una edad media baja, la mayoría de los jugadores sin experiencia en la categoría y el club sin poder fichar por una sanción de la Liga de Fútbol Profesional. Con este panorama se presentó el Sporting de Gijón a la competición y ni el más optimista se podría imaginar que el equipo de Abelardo estuviera luchando por el liderato en el mes de febrero.
'Los guajes' fue uno de los motes que recibieron los rojiblancos, pero tras 25 jornadas han demostrado que de guajes nada, que la pequeña gran familia que hay en el vestuario está formada por auténticos paisanos.
Día a día, partido a partido actúan como si se tratara de un grupo formado por veteranos de la categoría que están acostumbrados a cualquier tipo de situaciones y se desenvuelven sin mayores problemas. A los rojiblancos les da igual ir por debajo en el marcador, tener que defender en su área un resultado favorable o pelear con los 'gallitos' de la categoría. Saben lo que tienen que hacer en cada momento y no se arrugan ante nada ni ante nadie.
El Sporting de Gijón que dirige Abelardo Fernández es un ejemplo en todos los sentidos, en deportividad, en sacrificio, en superación y en unión. Los jugadores no lo están pasando bien porque tienen retrasos en los pagos y, por mucho dinero que cobren, necesitan los ingresos como cualquier persona. Además su futuro es tan incierto que, los rojiblancos que terminan contrato el próximo verano no pueden negociar sus contratos porque los dirigentes están a otras labores.
¿Quién no se siente identificado con estos paisanos? Defienden los colores y el escudo del Sporting de Gijón como si lo hubiesen mamado desde pequeñitos. Sí, es cierto que muchos están en el equipo de sus sueños y eso puede notarse a la hora de rendir sobre el campo, pero los Luis Hernández, Isma López y Bernardo aunque no hayan nacido en Asturias el Ayuntamiento de Gijón debería de concederles el título honorífico de Hijos predilectos.