El plan B vuelve a funcionar
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El Real Oviedo consiguió un punto en el Miniestadi en un partido que se puso cuesta arriba en la primera mitad con el gol de José Arnaiz. El Barcelona B interpretó la presión del Oviedo y la consiguió desbaratar con el paso de los minutos, pero tras el descanso y con el cambio de Linares, la cara del conjunto azul volvió a cambiar.
El Oviedo acabó tocado la primera parte y la mejor medicina estaba en el banquillo. Linares entró al partido unos minutos después de la reanudación y revolucionó como suele hacer el ataque azul. La presión del aragonés, que no negocia el esfuerzo y su presencia en el área para los centros laterales daban más argumentos de cara a la finalización de las jugadas.
El Barcelona B sufría intentando sacar jugado el balón y la presión del Oviedo daba frutos, con varias recuperaciones que propiciaron ocasiones claras, como la de Owusu en los últimos minutos, que no fue capaz de transformar. El Real Oviedo creció tras el descanso y con la entrada de Linares, un plan alternativo que da buenos resultados cada vez que se usa.
