Un punto que no es poco

El Sporting ha empatado ante el Rayo Vallecano en Vallecas, después de una buena primera parte en la que Santos adelantó a los suyos. El Rayo Vallecano, en una jugada aislada, logró la igualada al filo del descanso, lo que provocó un pequeño apagón en los de Herrera. Al menos, eso sí, el conjunto gijonés no se fue de vacío.  

Con varias sorpresas en la alineación, sobre todo la ausencia de Stefan, el Sporting salió al partido como le gusta a su entrenador: yendo a por el contrario. Precisamente Santos, una de las novedades, regresó al equipo titular de la mejor forma. Rubén ejecutó en corto el saque de esquina, Carmona se la devolvió de tacón y su centro lo cabeceó solo el uruguayo. Apenas habían llegado a Vallecas los casi 1.000 sportinguistas, cuando su equipo ya ganaba 0-1 en el minuto 6. 
Le celebró la afición, como corresponde, aunque en medio del júbilo se llevó un buen susto. Mariño, eso sí, alargó la fiesta con una soberbia parada tras un remate de Comesaña. El inicio fue espectacular, un ida y vuelta, al que el Sporting trató de ponerle freno con un Bergantiños clave en la recuperación del balón. Su buena hacer, y el de sus compañeros, servía para no pasar apuros en defensa y asomarse de vez en cuando al área defendida por Alberto García. Por ejemplo, Santos se quedaba sólo cuando la asistente señaló fuera de juego. También Sergio e Isma López tuvieron sus llegadas, pero sobre todo Santos lo intentó otra vez gracias aun balón recuperado por Moi Gómez. 
Estaba bien el Sporting, no sufría salvo en las vigilancia con a Trejo, hasta que llegó el golpe. Y, probablemente, por la falta de oficio en un error encadenado. Por ambición, Moi Gómez combinó con Carmona, que la perdió cuando Isma López dio un pasito adelante. Lo justo para que Embarba la pusiera desde la derecha ante la floja oposición de Barba. Y en el área esperaba Raúl de Tomás, que como si nada se coló entre Álex López y Calavera para hacer el empate al filo del descanso. Demasiado castigo para los de Herrera. 
En la reanudación, el Sporting saltó al campo con la marca de la bofetada, sin todo lo bueno que había mostrado hasta el gol local. El Rayo poco a poco fue ganando metros, sobre todo tras la entrada de Xandao y, por tanto, con cinco defensas rojiblancos. Por fortuna, Mariño no bajó su nivel y volvió a salvar el Sporting tras un disparo de Raúl de Tomás. Lo vio claro Paco Herrera, por lo que aumentó su apuesta con la entrada de Castro y, después, Viguera. Este último, sin duda, tuvo la mejor ocasión de la segunda parte. Se la dejó Calavera y en inmejorable posición falló ante Alberto. Ahí estuvo la victoria. 
En la recta final el Sporting respiró más cómodo, gracias en parte al bajón físico del Rayo Vallecano. En cualquier caso, los de Herrera confirmaron su mejoría, con un buen punto en un escario complicado y ante un rival que estaba en racha. 
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