El Sporting se enfanga
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Baraja: “No he visto que haya habido tanta diferencia”
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Jony pide disculpas a la afición
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El uno por uno del Sporting en el Tartiere
El Sporting de Gijón salió derrotado del duelo de máxima rivalidad, la fiesta del fútbol asturiano acabó convertida en una celebración de color azul y los rojiblancos tendrán que lidiar con la dura resaca que está por llegar. Los de Rubén Baraja vieron como el tanto inicial de Jony era remontado por dos grandes disparos de Mossa que lanzan a los carbayones a las posiciones de ascenso, y dejan a los sportinguistas luchando en el barro.
Olvidada la preocupación del terreno de juego, arrancó el duelo con los guerreros habituales de Anquela en el once y el planteamiento del 'Pipo' que mejores resultados le ha dado hasta el momento, con dos puntas. La iniciativa quedó en las botas de los carbayones que vieron como sus primeras ocasiones eran desbaratadas por un seguro Diego Mariño.
Cuando más achuchaban los azules, una contra fugaz, perfectamente llevada por Jony acabó en el gol visitante, el de Cangas llegó como un bólido para rescatar un balón perdido en el área tras varios intentos estériles de disparo y despeje. 0-1 y fiesta entre los 1.200 seguidores rojiblancos que vivían el encuentro en la grada alta del Tartiere.
Poco duró la alegría, diez minutos después Mossa irrumpía en escena para reclamar su protagonismo. El catalán se fue con suma facilidad de su marca en el centro del campo y desde la frontal lanzó un latigazo que dejó marcadas las espaldas rojiblancas. Una vez más en esta campaña el Sporting no era capaz de enfriar el partido y conservar su ventaja. Hasta el descanso equilibrio en las fuerzas y sensación de que todo podía pasar.
Tras la pausa, sin aviso, Mossa, tras una pérdida de balón infantil en la salida de balón, logró un golazo con todas las letras que supuso un golpe directo a la mandíbula. Equipo a la lona. No tenían argumentos los de Baraja, por eso el técnico vallisoletano buscó soluciones en el banquillo. Primero con Rubén García por Castro, después con el debutante Nano Mesa por Carmona y, por último, el fichaje Hernán por Bergantiños.
Los cambios, o la desventaja en el marcador, empujaron al Sporting al campo del Oviedo. Los rojiblancos llegaban sin claridad, casi siempre con centros laterales o con acciones aisladas de Santos y, sobre todo, Jony, que ya vuelve a demostrar que gran parte de las opciones de éxito de la temporada están en sus botas. Sin acierto, Nano Mesa, también intentó cambiar el signo del partido.
Así se alcanzó la recta final del derbi, que acabó siendo claramente azul. Por el resultado y lo que pueda dar de sí en las próximas semanas. El Oviedo sigue lanzado, con los mismos puntos que el segundo clasificado, mientras que el Sporting se enfanga en una lucha con poco margen para el error.