15 años del trágico descenso a Tercera división

¡Cómo ha cambiado todo! Un 2 de agosto de 2003 Oviedo y el Real Oviedo se hundían en una profunda depresión. Hace 15 años que la entidad azul consumó su descenso administrativo a Tercera división tras una temporada para olvidar y una pésima gestión del club. Allí, el cuadro carbayón pasó una larga travesía en el desierto en la que estuvo cerca de morir, pero que no lo hizo gracias a la enorme fe y lucha de su afición.

Aquel 2 de agosto el conjunto azul no llegó a un acuerdo con sus jugadores para saldar la deuda que tiene con ellos y la comisión mixta de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) ratificaron que descendía a Tercera por impago.

12 largos, larguísimos años se pasó el Real Oviedo en el auténtico infierno, el de la Tercera división, viendo como la ciudad le daban la espalda, como muchos pensaban que la vida del club había llegado a su final y que no había nada que hacer... y cuando todo parecía perdido, apareció ese espíritu y fe inquebrantable del oviedismo.

Inquebrantables

Porque no hay quien pueda con el amor de los seguidores azules por su equipo. La afición se unió, luchó y se dejó su dinero y su aliento para seguir disfrutando del Carlos Tartiere y del Real Oviedo. Una enorme deuda se iba comiendo cada vez más al club, pero gracias a los accionistas que llegaron de todo el mundo, a la citada fe del oviedismo y, sobre todo, a la milagrosa aparición del Grupo Carso que lidera Carlos Slim, todo cambió de forma radical.

Con el méxicano y su fiel escudero Arturo Elías, el dinero llegó como caído del cielo y ya sólo faltaba ir dando pasos hacia adelante. Se logró el ascenso a Segunda división B y ahí, con Sergio Egea en el banquillo y unos auténticos gladiadores sobre el verde, el Real Oviedo volvió al fútbol profesional aquella mágica tarde de mayo en el Ramón de Carranza. 

Ya en LaLiga 1,2,3, el cuadro carbayón ha luchado por dar el paso definitivo y lograr el ascenso a Primera división. Este aún no ha llegado, pero tras la cuarta temporada del equipo en Segunda y con la deuda saneada, en el curso 18/19 toca soñar. Quién lo iba a decir hace 15 años.