El 2018 para el Sporting de Gijón no quedará en el recuerdo por lo sucedido sobre el terreno de juego. El balance del año está marcado por la pérdida de Enrique Castro 'Quini'. Las prestaciones de los rojiblancos estuvieron marcadas por un rendimiento irregular, repleto de altos y bajos que impidió lograr el objetivo marcado. De nuevo, la cantera, con el filial haciendo historia, y la afición sportinguista, como tantas otras veces, han dado más de lo recibido.
Enero: Primeros pasos de Baraja
Comenzaba el año con tres triunfos en cuatro envites y los primeros signos de recuperación tras la llegada de
Rubén Baraja al banquillo semanas antes de inaugurar 2018. En el mercado de fichajes se buscaron soluciones con las incorporaciones de
Hernán Santana,
Guitián,
Nano Mesa y sobre todo
Jony, el añorado extremo que regresaba a casa, en esta ocasión cedido. Las modificaciones en la plantilla también suponían que Rachid, Xandao, Stefan Scepovic y Moi Gómez se despidieran del equipo. Mientras tanto el filial rojiblanco mantenía su impecable marcha y
se aupaba al liderato del Grupo II de Segunda B.
Febrero: Adiós a Quini
Arrancaba el mes con el segundo duelo regional de la campaña. Los rojiblancos
caían en el Carlos Tartiere, pese a adelantarse en el marcador. Una dura derrota que, lejos de lo que se podía pensar, serviría de punto de inflexión. Con siete punto de nueve, ante Numancia, Lorca y Osasuna, se iniciaba el mejor momento deportivo del año y, al mismo tiempo llegaba la peor noticia posible.
Un infarto se llevaba a Quini. El día 27 se apagaba el faro del sportinguismo. El goleador más grande fichaba por el equipo del cielo y dejaba un vacío en los corazones rojiblancos imposible de llenar.
Marzo: Del último adiós al Brujo a la remontada.
El mundo del fútbol lloraba la pérdida de El Brujo en un
emotivo y multitudinario funeral llevado a cabo en un El Molinón, que
mudaría para siempre su nombre en recuerdo del más grande goleador rojiblanco. Los
homenajes a Quini recorrieron la geografía española de punta a punta. El duro golpe al sportinguismo sirvió de acicate a una plantilla que encadenaba triunfo tras triunfo con dedicatoria especial. Los ánimos en el equipo y el entorno se elevaban. De la ilusión a la esperanza merced a una racha que servía para iniciar la remontada en la tabla. Marzo se cerraba con cuatro victorias consecutivas, ante
Sevilla B,
Cultural,
Huesca y
Rayo Vallecano. El filial, por su parte, semana a semana seguía siendo la
noticia positiva para los seguidores rojiblancos.
Abril: Ilusión y esperanza
Llegaban lanzados los rojiblancos al tramo decisivo del campeonato. Los de Rubén Baraja completaban la remontada hasta auparse a
la primera posición de la tabla. Acumulaban récords a base de triunfos consecutivos, hasta dejar la cuenta en
ocho, en semanas sin conocer la derrota, doce; y en minutos sin recibir tanto alguno. Mariño alcanzó la segunda mayor racha de la historia del club, dejando el
contador en 764. El optimismo reinaba en el seno del club, mientras Mareo estaba en boca de todos. El filial peleaba en lo alto de la clasificación y acariciaba el play off de ascenso. El juvenil de Isma Piñera se proclamaba
campeón de Liga y se clasificaba para disputar la Copa de Campeones.
Mayo: Frenazo en seco
La Romareda marcó el inicio del fin del sueño. El filial del FC Barcelona asaltó El Molinón a la semana siguiente. En
Tenerife llegó la tercera derrota consecutiva y todas las alarmas se ponían en marcha. El equipo había entrado en barrena y se caía de los puestos de ascenso. El triunfo ante el Granada permitía luchar por la tercera plaza y el factor campo favorable de cara a la promoción. No pudo ser. Mientras, el filial lograba la
clasificación matemática para disputar el play off de ascenso a Segunda división, ¡21 años después!. Los de José Alberto López se deshacían en primera instancia del
Cornellá y cerraban una temporada para el recuerdo, compitiendo hasta el último minuto con un
Elche que finalmente lograría el salto de categoría. El juvenil, por su parte se proclamaba
subcampeón de la Copa de Campeones bordando el fútbol y superando a grandes rivales. Los guajes, una vez más traían la alegría al sportinguismo.
Junio: Sin ascenso en el play off, echa a andar el nuevo proyecto
Finalmente cuartos en la tabla, el emparejamiento llevaba a los de Baraja a medirse con el Real Valladolid en el play off. Los pucelanos se mostraron en mejor momento de forma desde el primer minuto y
superaron con claridad a los rojiblancos. La campaña de altos y bajos se cerraba sin alcanzar el objetivo.
El fin de la temporada suponía además el adiós de importantes miembros de la plantilla, el capitán Alberto Lora se despedía entre lágrimas de su casa los últimos 12 años. Las salidas dan comienzo a la planificación del nuevo curso, con Miguel Torrecilla al frente de las operaciones y Rubén Baraja confirmado en el banquillo. Su primera decisión,
la promoción de hasta seis futbolistas del filial a la primera plantilla.
Julio: Comienza la pretemporada y llegan los primeros refuerzos
Arranca la pretemporada con salidas pero sin entradas y la llamativa presencia de un importante número de canteranos bajo las órdenes del 'Pipo'. Se confirman las marchas de Isma López y Carlos Castro, además del traspaso de Sergio Álvarez al Eibar. André Sousa se convierte en la primera incorporación, seguido por los laterales Molinero y Geraldes. El finlandés Robin Lod fue la cuarta cara nueva. La campaña de abonados logra superar las expectativas y la afición vuelve a mostrar su apoyo al equipo. El filial se rearma y José Alberto, pese a negociar su incorporación con el
Numancia, sigue al frente del segundo equipo rojiblanco.
Agosto: Inicio de liga con resultados positivos
Siguen llegando refuerzos, los últimos en incorporarse los encargados de sumar goles. Balckman y Djurdjevic, el fichaje más caro de la historia del club. Comienza el curso con diez caras nuevas y la ilusión de hacer una gran campaña. El proyecto conformado por Torrecilla y Baraja está en marcha. Se arranca el campeonato en Alcorcón sumando un punto en el último instante. La victoria en casa frente al Nástic deja buenas sensaciones y el equipo parece que carbura.