El empate ante el Córdoba condenó a Anquela en el Tartiere
El último encuentro de Juan Antonio Anquela como entrenador del Real Oviedo acabó con una sonora pitada por parte del Carlos Tartiere ante el segundo empate consecutivo en casa en los últimos instantes del partido y repetir así ante un Córdoba colista lo ocurrido dos semanas antes frente a Las Palmas.
El técnico salió a rueda de prensa cabizbajo lamentando que su equipo no hubiera podido aprovechar tres tantos cuando es, precisamente, un bloque al que le costaba ver puerta.
A la impotencia que reconoció sentir entonces el jienense le ha seguido una despedida amarga y a última hora de la tarde anunciada por el club, que afirmaba poner fin a la etapa de Anquela en el Real Oviedo tras llegar a un acuerdo con el técnico apenas 24 horas después.
Los triunfos de Málaga, Mallorca y Cádiz aumentaron la necesidad de ganar al Córdoba, colista y hundido en la tabla, sobre todo tras tres encuentros seguidos como locales en los que los azules -pese a adelantarse o mostrar buen juego- no habían sido capaces de sumar los tres puntos.
La derrota ante el Sporting en El Molinón, unida a los empates ante Deportivo y Las Palmas, fueron una cuesta insuperable para el crédito de Anquela, que se mostró crítico hasta el final y mantuvo la soberanía de la afición por encima del resto de cosas.
Hasta el mismo domingo, momento en que la grada despidió a los suyos entre pitos, el técnico insistió en ese papel principal del oviedismo, al que siempre rindió cuentas y que, afirmaba el mismo domingo, "pitó al equipo con toda la razón del mundo".
Los últimos 90 minutos de Anquela en el banquillo fueron de infarto porque tras ponerse por delante en el marcador tres veces -la última en el minuto 83-, los azules no fueron capaces de aguantar el resultado y con el tanto de Alfaro para el Córdoba a tres del final se acabaron esfumando la victoria y la continuidad del técnico.