Oportunidad de 'Primera' para el árbitro de peor recuerdo en Gijón
El 5 de enero de 2014, en un partido de Segunda División pero con tintes de oro, un árbitro de origen sevillano ensució el espectáculo de tal manera que más de seis años después aún es recordado. Fue en El Molinón, en un partido que midió a Sporting de Gijón y Real Zaragoza y de infausta memoria en Asturias.
Su nombre es Antonio Santos Pargaña, nuevo delegado de campo del Real Betis y el elegido por la entidad heliopolitana para combatir los malos arbitrajes sufridos en las últimas fechas. Ya retirado, el excolegiado pasó de Segunda División a Segunda B después de lo sucedido aquel día en el Molinón.
Santos Pargaña acabó expulsando a tres jugadores del equipo local: Iván Hernández, Luis Hernández y Nacho Cases; y a dos miembros del cuerpo técnico: el preparador físico Nacho Sancho y al entrenador, José Ramón Sandoval, que acabó denunciando un agresión presuntamente sufrida en el túnel de vestuarios, acusando a un miembro del staff del club maño de propinarle un golpe.
La actuación del colegiado fue señalada e incluso se borró su perfil de varias redes sociales. La Federación también castigó su arbitraje, descendiendo a Santos Pargaña a la categoría de bronce, competición en la que se volvió a encontrar con el Sporting, esta vez con el filial, el pasado mes de noviembre.