Anquela, el derbi y el recibimiento de la afición del Oviedo: "Me puse a gritar"
Una de las voces autorizadas para analizar el próximo derbi asturiano que disputarán el Real Oviedo y el Sporting de Gijón es la del que fuera técnico carbayón Juan Antonio Anquela. El entrenador andaluz ha recordado algunas de las anécdotas que ha podido vivir en estas citas tan especiales durante su etapa en el banquillo azul.
Para Anquela, "como el derbi asturiano no se puede comparar nada"."La piel de gallina se me pone, es un sentimiento", ha asegurado en Asturias SER Deportivos.
Acerca de la entrega de la afición y del calor que le brinda al equipo antes del derbi, el andaluz ha explicado que "a poco que les demos, van a ser las personas más felices de la tierra. En el autobús, cuando vi el recibimiento, el primero que me puse a gritar creo que fui yo".
En otro orden de asuntos, ha recordado que "lo que más me dolió fue cuando me anularon el gol de Ibra. Entro al vestuario y veo a un tío tan grande como él... llorando como un niño de impotencia. Nos anularon un gol que bueno, es para verlo".
Otra de las anécdotas que ha narrado: "Me acordaré toda la vida de Saúl. Hay que contarlo. Estaba lesionado y le pregunté si iba a jugar. Me contestó que este lo jugaba, pero que no sabía que iba a pasar con el resto de jornadas. Luego se lesionó, pero nos dio la vida"
Una mala experiencia en casa del rival: "No se me olvidará lo de Gijón. Venía una litrona dando vueltas hacia donde estaba yo. Menos mal que tenía a Silvino delante con una buena cabeza para protegerme. Cafres hay en todos los lados".
Además, Anquela ha confesado que "me impresionó cuando los dos equipos cogen la bandera y empieza a sonar el himno de Asturias que canta todo el campo. Termina con un aplauso de tres pares y empieza la batalla. Esa es la tregua más bonita que he vivido en el fútbol".