Koba y su origen en Nueva Caledonia: la isla que sufrió el racismo francés y que reivindicó Karembeu
Jon Pérez Bolo ha sumado un nuevo tripulante para su Real Oviedo. Koba Lein Koindredi ha sido el último fichaje en llegar a la plantilla carbayona de cara a la presente LaLiga SmartBank. Procedente del Valencia CF, el joven mediocentro jugará en el Carlos Tartiere en calidad de cedido. El jugador nació en Nueva Caledonia al igual que todo un campeón del mundo como Christian Karembeu. Una isla que ya cuenta con su propia selección pero cuya historia está marcada por el racismo y el trato vejatorio a sus habitantes.
Situada en el Mar del Coral, al noreste de Australia, Nueva Caledonia sigue siendo, de facto, una colonia de Francia, aunque sus ciudadanos rechazaron hace un par de años la independencia del país galo. Desde el siglo XIX forman parte del territorio de ultramar francés, rememorando una época en la que los países europeos se repartían el mundo con sus imperios.
Por aquel entonces, los grandes estados del Viejo Continente se atribuían una superioridad moral que les llevaba a actos tan vergonzosos como los 'zoológicos humanos' que abundaron en la Exposición Universal de París en 1931. Allí, los organizadores montaron pabellones en los que exhibían a personas de tribus todo el mundo vestidos con sus trajes típicos y herramientas dejándoles como incivilizados.
Entre ellos se encontraba Willy, abuelo de Christian Karembeu, exfutbolista del Real Madrid, Sampdoria, Nantes u Olympiacos. A este ciudadano de Nueva Caledonia lo exhibieron como si fuera un violento caníbal, nada más lejos de la realidad. Una experiencia que recordaría amargamente el resto de su vida sin poder olvidar el temor en los ojos de aquellos visitantes ignorantes que ni sabían colocar su isla sobre el mapa. Su nieto, al menos, pudo honrar su memoria décadas después.
Koba como ejemplo de integración en Francia
De ahí la reivindicación del excentrocampista cuando conquistó el Mundial de 1998 y la Eurocopa del año 2000 como titular en un equipo que sirvió para dar un ejemplo de integración para toda Francia. Futbolistas cuya ascendencia procedía de cuatro continentes distintos se unieron para darle a la nación gala el primer campeonato de mundo de fútbol de su historia.
Entre ellos estaba Christian Karembeu igual que un día espera repetir éxito Koba, internacional sub 17, sub 18 y sub 19 con 'les Bleus'. De momento, su carrera está arrancando aunque ya en el futuro se vislumbra un motivo de orgullo para esa isla 'olvidada' en muchas ocasiones a más de 16.500 kilómetros de París.