A Cervera le basta con Borja Bastón para imponer su ley ante un Sporting ineficaz
El primer derbi asturiano de la temporada en esta LaLiga SmartBank fue para el Real Oviedo. Y es que en el fútbol, lo único que importa es el gol. Precisamente eso fue lo que le faltó a un buen, pero ineficaz Sporting de Gijón que volvió a irse de vacío del feudo rival. Borja Bastón desniveló el duelo.
Un gran tifo y miles de cartulinas azules y blancas, además del rojiblanco en el sector visitante, teñían un Carlos Tartiere hasta la bandera. Real Oviedo y Real Sporting volvían a verse las caras en una nueva edición del derbi asturiano y no se guardaron fuerzas para el final, pues salieron con todo. Tan solo treinta segundos necesitaron los visitantes para disfrutar de su primera ocasión. Jony estuvo muy cerca de conectar un gran centro de Cote.
Vértigo e intensidad
Cervera planteó una presión muy intensa en los primeros compases del partido. Fruto de un robo en campo rival, los locales trenzaron su primera ocasión del derbi. Lucas Ahijado realizó una gran diagonal que finalizó filtrando un excelente pase a Borja Bastón que el ariete no pudo controlar. A renglón seguido, Jony cabeceaba un buen centro de Otero a las manos de Braat. El partido era comenzó con los dos equipos a tumba abierta.
Abelardo lo tenía claro: recuperar y correr dirección a la portería rival. La zancada de Otero, el pie de Guille Rosas y la cabeza de Djuka estuvieron cerca de subir el primer gol al luminoso, pero Braat respondió aún mejor al remate del ariete sportinguista. La premisa visitante estaba clara, pues todas las jugadas las finalizaban desde segunda línea para evitar los contraataques locales.
Con el ecuador del primer acto, el Oviedo logró instalarse en el campo y frenar el ritmo del derbi. La posesión del balón seguía siendo rojiblanca, pero los azules ya estaban más cómodos sin el. Bretones ya se animaba a subir la banda, pero la zaga sportinguista respondía a la perfección. Fue entonces cuando el derbi se encendió por una tangana que se resolvió con reparto de amarillas: Rosas y Luismi. No es un partido más.
De ahí al final del primer acto no se produjeron grandes ocasiones. Los pupilos de Cervera y el 'Pitu' se marchaban a vestuarios tras protagonizar 45 minutos muy intensos.
Borja Bastón y un cambio ganador
Tras la reanudación, el Sporting inició el segundo acto con un par de llegadas por ambos costados que no encontraron rematador. En la línea de los últimos minutos de la primera mitad, el partido se fue cerrando y cobraba protagonismo el balón parado. Ambos equipos pusieron en apuros a la zaga rival con jugadas de estrategia.
Cervera y Abelardo eran conscientes de la igualdad y la tendencia que llevaba el encuentro y apostaron por mover el banquillo para ganar la batalla del medio campo. Y el cambio local funcionó a la perfección. Koba sustituyó a Sergi Enrich y en tan solo unos minutos, el centrocampista desniveló tanta igualdad con una buena conducción que acabó en un claro penalti cometido por Izquierdoz. Borja Bastón no desaprovechó la oportunidad y ejecutó la pena máxima a las mil maravillas. El Oviedo se adelantaba en el marcador.
No se rindió el Sporting tras el tanto local. Cristo rozó la igualada con un cabezazo a escasa distancia de la portería defendida por Braat. Sorprendentemente, el remate no cogió portería. Se volcó con todo al ataque el cuadro sportinguista, pero ya fue demasiado tarde. Los tres puntos se volvieron a quedar en el Carlos Tartiere.