Un meteórico 2018 para Marc Roca
Marc Roca ha acabado el 2018 siendo una pieza fundamental para el RCD Espanyol. No obstante, su asentamiento en el equipo no ha sido nada fácil. Debutó en la temporada 2016/2017 de la mano de Quique Sánchez Flores. No obstante, sería el propio exentrenador perico quien no le daría bola durante dos temporadas, en las que acumuló pocos minutos. Después de estar a punto de salir en el pasado mercado invernal, se quedó y ahora es indispensable para Joan Francesc Ferrer, 'Rubi'.
Y es que el mediocentro barcelonés estuvo a punto de marcharse como cedido a principios de año. En una situación incómoda para él, pues apenas había disputado 100 minutos en el inicio de la temporada, quería buscar una salida. El jugador veía con buenos ojos buscar una cesión en la que acumular minutos y poder volver al Espanyol más rodado. Pretendientes no le faltaron, aunque la opción que más cerca estuvo de concretarse fue la del Córdoba.
El equipo blanquiverde se vio sumido en un proceso de venta. La nueva propiedad, encabezada por Jesús León y asesorada en la parcela deportiva por Luis Oliver, intentó su contratación. De hecho, esta estuvo a punto de cerrarse. Diversos medios hablaron entonces de que Marc Roca estaba "centrado en ir al Córdoba" y que "iría al Córdoba o se quedaría en el Espanyol". Los deseos del centrocampista estaban claros, y el interés del conjunto califa era real. No obstante, el equipo andaluz se topó con un obstáculo: el tope salarial.
Dadas las deudas que arrastraba el club y la cantidad de incorporaciones que ya habían cerrado, no quedaba espacio para Roca. Sus emolumentos, al proceder de un equipo de Primera división, no se correspondían con lo que el Córdoba podía afrontar en ese momento. Por tanto, el fichaje se frustró.
Marc Roca en el fútbol de toque de Rubi
Entretanto, Rubi practicaba un fútbol vistoso en el Huesca, que le llevó a proclamarse subcampeón de la Segunda división. En la vuelta a casa del 'hijo pródigo', el técnico catalán decidió hacer cambios respecto a la etapa de Quique. Con el único matiz de Borja Iglesias como fichaje, cambió diametralmente la propuesta futbolística. Le dio galones a jugadores como Sergi Darder y Esteban Granero, y lo apostó todo a la posesión de la pelota.
Marc Roca pasó de estar en el dique seco a partir como titular en la primera jornada, dentro de una idea que le beneficiaba. Desde entonces, ha disputado 15 partidos ligueros y uno de Copa del Rey. Incluso llegó a debutar con la Selección Española sub 21 en septiembre. De hecho, solamente se ha perdido dos partidos de Liga: ante el Getafe por una gastroenteritis, y ante el Atlético de Madrid, por decisión técnica.
Con Rubi ha encontrado su mejor versión. Ha destapado el tarro de las esencias y se ha convertido en una pieza indispensable para su entrenador. Además, su rendimiento ha estado entre los mejores de un centrocampista en LaLiga Santander. ¿Quién lo diría? De estar a punto de salir en el mes de enero a acabar como indiscutible el año. Desde luego, el ascenso de Marc Roca en este 2018 ha sido fulgurante. Meteórico.
