Tsunami futbolístic
Una oda al fútbol. Pura poesía. Una bendita obra de arte. Resulta complicado definir el partido del FC Barcelona ante el Mallorca. Porque Leo Messi así lo quiso. También porque Antonie Griezmann fue capaz de dinamitarlo. Y cómo no, porque Luis Suárez le puso un broche con más kilates que el propio Balón de Oro.
Exhibición del FC Barcelona
Tsunami absoluto el que propició el Barça este sábado. Ahogó al rival, con una constante oleada de ocasiones, disparando un maremoto que asoló a las islas. Mucho tiempo hacía que no se recordaba un partido de estas características. Un ciclón que permite al equipo auto catapultarse, a Ernesto Valverde ratificarse en su puesto y a Leo Messi demostrar por qué es el mejor jugador del mundo.
Una exhibición que no pasó desapercibida. El máximo esplendor lo alcanzó con el gol de Luis Suárez, que bien merecería un libro propio. La sutilidad de Frenkie de Jong, la aceleración de Leo Messi y la magia del uruguayo. Un gol que dio la vuelta al mundo y que demostró que este Barça no estaba muerto. Porque así lo dicen sus números. Así lo confirma su posición en LaLiga. También los dígitos que empiezan a engordar sus goleadores.