Joan Laporta tiene un traidor en el vestuario que está negociando su fuga al peor enemigo del Barça

A perro flaco todo son pulgas, y en el Barça no hay un día tranquilo. Porque por si no tenían suficiente con los pobres resultados que están obteniendo recientemente, ahora la preocupación no ha hecho más que aumentar de forma considerable, después de conocerse que una estrella de la plantilla puede marcharse próximamente, y para más inri, a uno de los grandes rivales de la entidad. El crack en cuestión no podía ser otro que Ousmane Dembélé.

Joan Laporta y Mateu Alemany consiguieron hacer realidad el deseo de Xavi Hernández, que era el de retenerlo en la plantilla, y después de intensas negociaciones durante varios meses, pudieron llegar a un acuerdo para su renovación. Muchos ya habían asumido que el internacional francés se iría con la carta de libertad, pero acabó quedándose en el Camp Nou, donde ha sido una pieza clave, jugando prácticamente todos los encuentros.

Al margen de su rendimiento, que también ha sido cuestionado por ser demasiado irregular y poco consistente, es innegable que tiene una facilidad increíble para marcar las diferencias gracias a su velocidad y a su talento, dos virtudes muy valiosas y apreciadas. Pero ‘el Mosquito’ no parece estar demasiado satisfecho con el rumbo que está cogiendo el proyecto, y ahora mismo estaría sumamente decepcionado, en especial con el fracaso en la Champions League.

Por ello no descarta cambiar de aires, aprovechando que solamente firmó hasta 2024, y lo que es más importante, que incluyó una cláusula de rescisión de risa, cifrada en 50 millones de euros. Una cantidad que cualquiera de sus pretendientes podría pagar sin despeinarse, y como apuntan en ‘El Nacional’, entre los admiradores de Dembélé se encuentra nada más y nada menos que el Paris Saint-Germain. Nasser Al-Khelaïfi y Luis Campos ya no ven con malos ojos la llegada del extremo de 25 años, en especial si de este modo pueden asestar un golpe letal al Barça.

Y lo peor para Laporta sería que el 50% de la cifra que ingresarían iría a parar a manos del futbolista y de su agente, Moussa Sissoko, así que se tendrían que conformar con obtener 25 ‘kilos’, una cantidad irrisoria.