El Athletic topa con viejos fantasmas pero suma y sigue en Villarreal (1-1)
Asís Martín IIIEl empate es bueno, como el de Valencia... no es el Madrigal un campo propicio para el Athletic pero se hace duro desperdiciar un penalti y una expulsión para haberse llevado los tres puntos y noquear a un rival directo por acudir a la previa de Champions. Ese es el sabor agridulce que deja el feo choque ante el Villarreal saldado con tablas y con un fallo desde los once metros de Aduriz, héroe y villano, que además será baja este sábado ante el Getafe en San Mamés al ver la quinta amarilla.
Repitiendo el once de Mestalla, con De Marcos en el carril derecho, partía el equipo rojiblanco en una de las citas marcadas en rojo en el calendario. No ha sido un partido sencillo, como los que valen más de tres puntos, que en gran medida ha venido marcado por dos decisiones arbitrales, que para rechincha de Marcelino fueron muy claras.
La pena es que tras haber marcado 4 penaltis seguidos volvieron los fantasmas zurigorris. En la última década ha lanzado 66 en Liga y ha fallado 27 (41%), incluyendo fallos de 13 jugadores, impidiendo el de este lunes abrir el marcador. Posteriormente con la justa expulsión de Gabriel ha llegado el empate, con el que Aritz se ha redimido. Pero en general no ha dejado demasiado brillo quedando como principal valor no perder y que el submarino no se acerque más en la tabla.
No iba más. El duelo entre cuarto y quinto clasificado tenía todo tipo de alicientes deportivos y otros no tanto vía Marcelino G.T., por supuesto. Y a nadie pudo sorprender un choque que ya desde su inicio empezaba con una intensidad tremenda, debido a que ambos querían el balón para hacer su fútbol. Pero poco más hubo que catar.
Los amarillos rápidamente hicieron suyo el centro del campo y los vizcaínos tuvieron que apostar por jugar más a la contra de lo que es habitual. Pero no quedaba otra ya que Bruno y Pina lucían superioridad aunándose con peloteros como Oliver, lo que obligaba a los extremos rojiblancos a echar demasiadas manos por dentro. Eso hizo que los jugones (Ander, Muniain...) entraran muy poco en juego.
Otro de los que lo pagaba era De Marcos que se las veía de colores cada vez que le encaraba Cani, sin que Susaeta fuera demasiada ayuda. Pero aún así quitando el agobio de varios córners no es que se sufriera en demasía, era más bien una sensación de dominio. Había que aguantarlo en base a la solidez defensiva, a alguna buena salida y acción de Gorka y a tener claro que en algún momento iba a llegar la chance de hacer daño a los locales.
En realidad el bloc de ocasiones estaba impoluto. Ambos colosos eran muy conscientes de lo que había en juego, y más allá de los errores propios de la velocidad, nadie dejaba vías de acceso a las porterías.
Faltaba un punto de audacia sabedores de que perder era un palo tremendo, ni te cuento ya para los castellonenses que jugando en casa lucían eso sí algo más de más chispa. Hasta entonces la mayor noticia del primer tiempo era la quinta amarilla de Aritz Aduriz, que pudo ser rigurosa, pero que volvió a confirmar que su sangre entra en ebullición tan fácil como lo hace la del Doctor Bruce Banner para convertirse en La Masa. Todo muy plano hasta que llegó la recta final.
Por fin saltaron los corsés
Primero con un libre directo de Gio que pasó peinando el poste de Iraizoz, seguido un tiro con rebote de Herrera obligaba a Asenjo a volar para evitar el gol, y ya en el 38 la jugada clave. Gabriel hizo un claro penalti con la mano que el árbitro atinadamente señaló para llorera de Marcelino. Aduriz sin embargo recayó en los infiernos recientes de este club, y su disparo raso fue atajado por el guardameta del submarino.
¡Más de uno se quería morir! La tercera pena máxima errada este curso que además hubiera podido ser clave esta noche, ya que la producción ofensiva zurigorri era famélica. De hecho, lo mejor fue llegar al descanso, porque Valverde estaba más encendido que un Mihura viendo como sus hombres se vinieron abajo tras el fallo desde los 11 metros. Una falta tontamente desperdiciada por Ander Herrera en la frontal que costó una contra en el 44', dejó ver un rostro tipo Charles Manson en el Txingurri que asustaba, estaba para primer protagonista de 'El Resplandor II'.
Los goles llegaron tras el descanso
Pero el parón lejos de traer serenidad trajo flojera. Lo peor estaba por venir, ya que nada más reanudarse el partido Balenziaga se dormía en su cruce ante Oliver Torres y Pina remachaba a placer el 1-0 sin oposición alguna. El jarro de agua fría se había convertido en ducha gélida e iba a exigir un paso adelante si se quería reestablecer el marcador, y se dio en parte con varios balones colgados, que sin embargo no daban fruto a veces por pura precipitación.
Hacía falta algo más... Y un exceso con los codos iba a ser el balón de oxígeno que el Athletic necesitaba, ya que Gabriel De Abreu se iba a ir a la calle por doble amarilla en el minuto 65, lo que motivó la salida de un central como Pantic por Uche. El toque de corneta vasco en pos del empate vino acompañado de la entrada al campo de Gaizka Toquero por Rico y de Iraola por De Marcos, visto que el Villarreal optaba por echarse atrás descaradamente al estar en inferioridad numérica.
Era cuestión de servir buenos balones pero estos no llegaban y Txingurri usó su última bala con el recuperado Beñat Etxebarria ante la incapacidad de sus compañeros para superar la tela de araña levantina. Pese a estar con uno más no se había logrado sacar a los de Marcelino de su confort, y en el 82', en el primer buen balón que le puso Iturraspe a Aduriz el donostiarra cabeceaba su undécimo gol favorecido por un claro desajuste en su marca.
Con 8 minutos por delante la inercia invitaba a ir a por los tres puntos, algo que los bilbaínos intentaron pero tampoco con claridad cristalina, vamos. Una colgadita, un rematito de Laporte con la derecha... hasta que los cuatro minutos de prolongación expiraban con esa dicotomía ya expresada. El empate no es nada malo, pero con un penalti y contra diez... Erdi purdi. Pues eso. A pensar ya en el choque ante el getafe para validar este punto y sin Aduriz ni Sola, lo que veremos si da opciones al joven Guillermo.