Fernando Martínez, Fertxu: Bautizo en el Pagasarri
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"Era una deuda pendiente. Algo que siempre había tenido en la cabeza, pero, por esos llamados imponderables de la vida, nunca me había surgido la ocasion". Es Fertxu Martínez el que se explica como si tratara de disculparse. Un hijo del 'viejo' San Fuentes, orgulloso barrio de Abanto y Zierbena que tiende a arrimarse a las faldas del pico Serantes. Cuantas veces habrá subido este Serantes del que, a la hora del ascenso, se apropian Mamariga y Kabiezes, en Santurtzi, Zierbena, desde la Cuesta o el Puerto, el citado San Fuentes...y, por qué no, barriendo para mi casa, Portugalete, si empezamos a caminar desde La Florida, Vicíos o Los Hoyos...
El Serantes, si, pero no el Pagasarri, por esa "ocasion no surgida". Desde el miércoles 3 de Mayo, 'Fertxu' ya se ha quitado un peso de encima, carga son las deudas, y él ya la ha saldado. Conmigo a mi lado. A mí me escogió para este bautizo: "Y se iban al monte, a la cumbre del monte, a bautizar a sus hijos". Verso de José Marti que yo hago mio". Oficiar de Kuitxi 'el Bautista' es algo que me honra, acto que me desborda como a Juan 'el Bautista' cuando por Jesús de Nazaret fue requerido para que con sus manos sumergiera la cabeza del 'Enviado' en las aguas del río Jordan...
"Me gusto la experiencia. Desde Larraskitu. Una ascensión sin exigencia. Ya en la cima fue cuando disfrute sobremanera: las nubes más bajas que la cordillera del Ganekogorta, estampa preciosa la del bocinero al fondo; más que sobre las nubes, semejaba la montaña una isla que hubiera surgido del mar tras volcánica erupción registrada en las profundidades oceánicas"...
Y fue así que en lo sencillo encontró Fertxu regocijo. Mostróse generoso en la subida en sí. Un remontar la pendiente repartiendo nuestras pisadas entre lo gravoso del piso y las veredas que las flechas de madera nos marcaban a fin de internarnos en la foresta y pisar tierra y barro seco jalonados por lo que Fertxu creyó que eran hayedos. Más tarde se hablará de este tipo de árbol que, junto a la piedra, dan nombre a este emblemático monte desde cuyas alturas se divisa Bilbao. Mejor atalaya, difícil de encontrar. Pagasarri: "piedras entre el hayedo; hayas entre las piedras"... Más allá de esta deuda saldada, deuda menor, a Fertxu le queda un deseo por cumplir. Sueña con viajar a Liverpool. Pasar la carretera por ese paso de cebra que inmortalizaron los Beatles. Ingresar en Anfield coincidiendo con una partido de rivalidad: Everton, por qué no, si a uno se le da a escoger, que de las cenizas resurja Howard Kendall, Everton y Athletic Club. Liverpool. Los 'reds'. Cinco copas de Europa y tres títulos de la UEFA. 18 entorchados de la Premier. ¿Por qué el Liverpool?, le cuestiono, No hay una razón de peso que anule las más livianas. Aquella época dorada suya, quizás.
El eco que la escuadra inglesa tenía en los medios: la tele, el Marca, el As, el subyugante colorido de un equipo puntero en Europa. Me declaro 'forofo' de la Premier. Admiro la fortaleza de su juego. El FairPlay que impera. Ese ataque sin especulaciones. El toma y daca, en fin, la bravura, ser uno más en la grada, contagiarme del ambiente y ponerme a cantar el 'You Never Walk Alone'. Pasamos de puntillas por las dos grandes tragedias de la era moderna (Heysel: 39 muertos, 600 heridos. Hillsborough: 96 fallecidos, todos ellos del Liverpool). Nadie está libre de pecado. Se tomaron las medidas para que locuras como la de Heysel y Hillsborough no se vuelvan a repetir. Fertxu también fue futbolista. Y tuvo sus años dorados... Siendo un crío, el Gallarta no tenía infantiles. Tuvo que esperar al borde de sus 16 años para hacerse un hueco en el vestuario: Ziarreta, Muñiz, Nandi Tapia, la figura protectora de "Garrafón", Federico Valvuena, del que Fertxu era su 'ojito derecho'. Su madurez le arrastra irremisiblemente a jugar con el primer equipo. Y en eso que, a sus 18 años, irrumpe en regreso en el vestuario de San Miguel el 'Maestro de Mamariga'.
Ziarreta, de nuevo, Blas. El entrenador más influyente en su carrera de futbolista. Volvía Ziarreta. Y lo hacía con una pizarra en la mano. Innovador mister que, en una época de carrera continua, flexiones, abdominales, partidos, disparos y remates de cabeza a balones llovidos desde las bandas, Blas exprimía a cada jugador, y, aparte la trilogía "lucha, lucha y lucha", con la tiza dibujaba en su pequeño tablero así los movimientos individuales como los del equipo en calidad de colectivo. "Me gustaba muchísimo Garate, el delantero centro del Atlético de Madrid". Fertxu iba de cine de cabeza, pero su mayor virtud, su arma más letal era la velocidad. Siro Garrido, el que hacía y deshacía en el Sestao Sport, le echo el ojo antes de que su tercera temporada en el Gallarta expirara. Se vio de repente en un vestuario que más que caseta parecía la vía láctea. Todo eran estrellas que brillaban más que el sol. Siéntense, por aquello del mareo. Un vaso de agua a su lado: Martinez, Zabaleta, Vázquez, Garay, Arraiz, Braceras, Beamurgia, Usandizaga y Unzueta...Arsenio Calvo, técnico: "Tácticamente era muy bueno, pero también era capaz de hacerte llorar".
¿Arsénico Calvo?... Aplaudan mi ingenio, por favor...Pero consuelen a este futbolista al que Calvo convoca y viaja a Monforte de Lemos para terminar dejándolo en la grada. Ricardo Moreno tuvo un gesto con Fertxu que lo honra. Se mojo Moreno y le dijo a Arsenio: "Viste al chaval". Pero aquel chaval que se había metido una kilometrada en aquellos buses de entonces se dirigió a la grada. Se sentó en la bancada y rompió a llorar...Y en esto que el Sestao lo cedió al Portu, a mi Portu, en el que yo era juvenil a las órdenes de Urbano Anda...y el un "9 puro" que se ganó la titularidad entre gigantes como Txutxi, San Pedro, Legorburu, Alberto, Aldasoro... "Teníamos un equipazo, pero el monotono trabajo de Santamarina no le sacó su tremendo poderío. No termino la temporada. De repente, apareció Txutxi Aranguren ataviado con un canguro rojo. Un Aranguren innovador en el inicio de su brillante carrera en tantos y tantos banquillos de la llamada "piel de toro".
En el Gallarta recaló, también como cedido, antes de que la 'puta mili' le desvirtuara su carrera, así como la de tantos. Fue volver. Orduña. Estadio de 'La Rondina' (actual Arbieto). Fertxu se eleva majestuoso y cae luego de haber sentido un golpe brutal en el hueso donde el pómulo se vuelve 'collado' para no restar protagonismo al ojo. Aquel lance lo llevo por la calle de la amargura.
Interminable avenida que no cambio de nombre hasta que, tras un discurrir entre apatía, desconocimiento y negligencia, el cirujano plástico Juan Ángel Ron de la Peña, restaurándolo, evitó que el hueso hundido oprimiera cualquier nervio. Un mal sueño. Fin de la pesadilla...Y del fútbol. "Entendi que el balompié ya me había dado todo lo que me podía dar, y que yo a él ya le había pagado con suficiencia". Rondaría los 25 años. Cinco más tarde, la escultura llamó a la puerta de su caserío de San Fuentes, "el Viejo, ¡eh!"...y Fertxu le abrió puertas y ventanas... Desde entonces, y hasta hoy, Fertxu ha recorrido montes, valles, collados y majadas en busca de madera, de troncos que parecían muertos pero a los que el les ha ido devolviendo la vida con la magia de sus manos. La sala principal de la mansión de Fertxu Martínez está llena de 'trofeos', pero no de fútbol: toda ella es un museo de 'cucadas' de madera a las que hace unos años les incorporó el hierro. Madera de los bosques de los montes de Triano, y de otros; hierro como deuda saldada a tanta mina a cielo abierto en Gallarta, pueblo de su municipio, Abanto y Zierbena. Gallarta. Campo de San Miguel. Bendito estadio en el que tantas batallas han librado en defensa de sus colores jugadores de leyenda y entrenadores de mucho prestigio...
...Lo más, y lo único, bonito que tiene el Pagasarri,aparte de su nombre hechicero, es su cumbre, con la preciosa campa de Muniozguren, y las rocas donde sobre un buzón clavado esta posada la cruz. Es un paraje atractivo, al menos para mis ojos, de aspecto lunar o marciano, el paraje, no mis ojos, jugosa hierba, baja vegetación, y piedras que surgen por aquí y por allá, de bellas y extrañas formas, blanco, marron, gris son sus colores, y firmes son sus raíces, parecen materia viva, solo les falta la voz, que hablen de su vecino Ganekogorta que antaño le calentaba con el fuego de sus fogatas...y le azotaba el oído con el ruido de sus turutas. Post-Scriptum: la persona que desee ver las esculturas de 'Fertxu' Martínez puede entrar en su blog y disfrutarlas. Algunas de ellas están a la venta.
Blog: fertxumartinez.blogspot.com
Por Luis María Pérez, 'Kuitxi'. Futbolista, periodista, montañero, pero sobre todo escritor: cuentos, relatos, cronicas, artículos radiofónicos, literatura de viajes.