La victoria del Portu enmudece la Florida

De tanto duelo al sol disfrutado, es como si los ojos de la afición jarrillera, luego de contemplar una sesión de tarde otoñal y oscura, hubieran resultado seriamente dañados por el artificio 'LED' que iluminaba el juego de un Portu-Basconia siempre atractivo por congregar sobre el verde, que Vaquero mima, la insultante juventud de 'los meritorios del Athletic' y la indudable calidad  de un Club Portugalete que, tras quitarse del medio al 'Athletic C' con dos azotainas en el pompis, se ha colado, como de rondon, en la tercera plaza, compartida en una maraña tan elástica que se estira hasta casi alcanzar la mitad de la tabla. 27 puntos. Bronce.

También terceros en lo concerniente a los goles marcados, y cuartos si consideramos los tantos  recibidos en la portería que hoy, a partir de las 18:00, defendía 'un tal Pepelu', arquero que no se vio exigido por el cuadro 'merengue' ni siquiera cuando, en el minuto 3', el Basconia desperdicio, lanzándolo a las nubes, un disparo desde los once metros que el 'referee' creyó oportuno señalar al ver como el meta de Elda sacaba su mano limpia para abortar la llegada a la línea de fondo de un rival desnortado. "Los penaltis que sin serlo se señalan suelen resultar errados": frase hecha que se incluye en el argot de este juego tan sencillo, y extraño al mismo tiempo, que inventaron los ingleses en una campa aquella tarde memorable en la que tan aburridos estaban.
  Fue, quizás, o tal vez, digamos que acaso, el único disparo que se escuchó en lo negro de la noche antes de que que el cielo empezara a quejarse de sirimiri para terminar con la pataleta de una cortina de agua que se percibía inmensa a la luz de las torretas, aquellas mismas que el curso pasado alumbraron la contundente derrota que recibió el Beasain de Asensio, el 'rey David', en lo que suponía el estreno de la luz artificial en beneficio de un Club que se mareaba desde la altura de sus 107 años de vida.   Aquel Beasain que, en el último choque liguero, desalojo del play off a los chicos de Ibon Etxebarrieta, un entrenador que se estrenó con victoria tras recibir de manos de Pablo Turrillas el testigo verdinegro del Sestao-River, gesto de caballero el del señor de Deba, un pelin precipitado a juicio de este cronista que, si Sestao y el Colegio de los Hermanos de La Salle no hubieran inundado su pasado de escolar, muy probablemente no sería, a estas alturas de su vida,  ni la cuarta parte de la buena persona que en sus mejores sueños piensa que es  o quiere creer serlo.  A Beasain viajará en autobús la expedición comandada por Carlos Docando el próximo fin de semana, buen equipo (líder es), mala plaza, aquellos niños como sin padres que destrozaron mi bolígrafo y con la tinta pintaban saludos a las guerras sobre el frío cemento que obraba entre butaca y butaca. Qué le vamos a hacer: será, sería, fue, quiero creerlo pero me cuesta, que uno se topó con la famosa aguja del pajar que le provocó una herida de la que la sangre no deja de manar. De 'manada'. Dejémoslo ahí.
  Centrémonos en este dos a cero que el Portu se ha procurado gracias a un impecable trabajo defensivo, tenacidad, insistencia...y la pericia de Bonilla y Gabri Ortega, un 'nueve puro' y un burgales de pura cepa que, en el 56' y en el 74', encajaron en la portería visitante dos chicharros que premiaban una faena sin estridencias ante unas 'vaquillas' que no mochaban, y eso a pesar de que durante una gran parte de la 'corrida de abono' la pelota fue manejada por sus pies, aniñados en exceso y huérfanos del talento que se le presume a unos futbolistas que aspiran a jugar algún día en el primer equipo del Athletic.  Posesión sin fundamento frente a fundamentos sin posesión. Venció el que minimizó a su adversario y fue capaz de hacerse grande ante esa portería que tiende a empequeñecerse cuando el ariete se posa en su madera  y empuja con la fuerza de las manos del cancerbero. Triste Basconia que ni siquiera dejó huella digital en la mejilla de un niño.  Extraño Portugalete, juego extraño el suyo, más por lo que su afición percibió y se llevó a casa que por la sustancia que encierra su propuesta, en especial el centro del campo, allá donde surgía la tremenda figura de Cuberia y la majestuosidad de Gabri Ortega, una suerte de 'duo dinámico' guardando las espadas de Asier Parra, el mago cuyo pañuelo sirvió tanto para la Epifanía  de los goles como para la caída en acto de servicio de Cristian Bonilla, gol anotado, tobillo torcido, así como para que Gabri agarrara con fuerza el mechón de la calva diosa Ocasión y así hacer sonar el cuerno de la abundancia de esa diosa menor que la 'Grecia Vintage' bautizó con el nombre de Fortuna.
  Acabada la batalla, muerto uno de los dos combatientes, el que estas  cosas escribe, estiradas sus orejas, agudizo su oído para hacerse conocedor de que lo que ni siquiera había resultado hermoso al Portu de Carlos Docando le había costado la vida. La noche, dicen, engendra monstruos, monstruos del pelo de aquellos molinos de viento manchegos a los que Don Quijote atacaba en la creencia de que eran gigantes  con el peligro de Polifemo y su cuadrilla. Esta tarde, noche oscura, el Portu-Basconia se ha saldado con un triunfo que ha dejado como helados a los propios vencedores.  El centro del campo, ese lugar que se les asigna a los más virtuosos, era un fuego artificial, muy vistoso, alumbrando la polémica acerca de Cuberia y Gabri, o de Parra y Cuberia, tres hombres para repartirse la posición del doble medio centro y la media punta. Estando las bandas tan bien asistidas, todo eran dudas, todo temor, todo un querer y no poder disfrutar de una gran victoria que le aupa al Club Portugalete al tercer cajón. Por primera vez desde que empezó la temporada, el equipo que Aitor Calle le 'cedió' a Docando está en ese selecto grupo de  "Los cuatro lo pasan estupendo". Mas fantasmas descendiendo a 'Portu' por la 'Alameda del boinarroja'.
Que si "este equipo juega al patadon", que si "hemos ganado pero tengo frío: acercame calor". Miedos infundados. Y todo por no querer poner encima de la mesa una negociación para gestionar el valor de futbolistas como Cuberia, Gabri, Parra, trío de titulares, Txopi, que saltó desde el banquillo, y Ukerdi Corres, el que del 'valle de los lobos' vino para aportar su equilibrio... y una mala lesión lo tiene apartado en el dique seco.
  La última palabra la tiene Carlos Docando. En sus manos deberá encomendar la afición de La Florida el espíritu del 'Portu' para que aflore tanta bravura y talento como atesora la plantilla que consiguió conformar la directiva que preside Eduardo Rivacoba Zurimendi. "La virtud está en el medio". Y el Portu tiene 'medios' para que este, para que siga estando, para que aguante hasta el bordón final. ¿Y del Basconia no se habla?...Pregúntenle a Jose Mari Amorrortu, que se ubicó en el palco para ver a los cachorros que Ander Alaña alecciona y educa. 2 partidos ganados, seis empatados, ocho perdidos; 23 goles a favor, 30 en contra. 12 puntos. Terceros por la cola. Posición de descenso. Caída libre que da frío.
Por Luis María Pérez, Kuitxi, periodista y exjugador del Club Portugalete