Dinos... ¿hacia dónde vamos, Toto?

Dicen los expertos 'berizzistas' que a los equipos que entrena el 'Toto' les cuesta diez partidos fijar el rumbo. ¿Pero eso sería cuando él mismo lo tenía claro, no? Con tanta ziaboga la nave, desde luego, actualmente no lleva el destino de aquella gabarra de los 80 en la ría sino, tal vez, el hundimiento.

El Athletic Club afrontaba este lunes su undécimo test oficial. Una nueva oportunidad de coger aire en un estadio maldito, en el que solo han logrado ganar en una ocasión -y hace más de 20 años- vía Julen Guerrero. El (1-0) de hoy en el RCDE tampoco rompe esa fea racha. Es más, casi se sale goleados.

Antes de ir al Wanda el Athletic transmite sensaciones deprimentes, sin poder ofensivo y blando atrás. En el RCDE pudo salir goleado

Allí, se enfrentaba a un RCD Espanyol que soñaba con la segunda plaza. No hizo gran cosa, pero el drama es que no hace falta bordar el fútbol para ir enterrando a un Athletic que mira, un año más, hacia abajo. Y no siempre habrá tres equipos peores. Pero nada, como antes se iba siempre a Europa todo está genial. No hacen falta ni Fernando Llorente, ni Igor Angulo, ni Ander Herrera ni nadie... (ironía ON).

Berizzo sigue con su nueva apuesta por la "firmeza"... ¿o mejor dicho por el 0-0? El de Cruz Alta repetía su medio campo 'Mad Max' con Sanjo, Rico y Dani García, dejando el ataque a la vieja guardia (Rulo y Aduriz) junto al veloz Williams. La apuesta por la contención, los espacios para Iñaki y el balón parado parecía nítida. ¿Serviría? Está visto que no.

Comenzó árido el tema. Los de casa, presionantes, hacían faltas y los leones fueras de juego hasta que se lesionó Yeray. El de Barakaldo dejaba paso a Unai Núñez a los 15 minutos, y, sin tener que ver, a unos buenos momentos vascos. Con Rico omnipresente, al menos se sobó la pelota y se acercó con centros al área de Diego López.

El encuentro medía a un Athletic que no ha caído en ninguno de sus partidos como visitante con un cuadro perico que había ganado sus cuatro choques como local. La igualdad fue palpable en una primera media hora sin ocasiones ni verdaderos sustos, bueno, sí, los problemas de Yeray y Raúl, que al menos pudo seguir. Lo pagó subiendo con muletas al autobús.

En el 35' Sergio García tuvo la que se pudo decir primera perspectiva de marcar, pero fue un tirito 'bufado' por la brega de Núñez. Digno escaparate de un choque aburridísimo, en el que no se veía por ningún lado a los de Rubi ocupar puestos de competición europea.

El gol mata a un equipo que nunca remonta

Pero tienen a Borja Iglesias en racha. Eso es plutonio. Fue ponerle una, a la espalda de Iñigo Martínez, para meterla de cabeza al 'butrino'. Desgraciadamente un jugadón de Williams -que acabó chutando al palo- no tuvo el mismo camino exitoso. Dos minutos había valido por 45, pero ahí la moneda salió cruz.

El drama es que el Athletic no remonta fuera de casa desde... ¡2015! Así que más de uno empezaba a echar mano de las cuentas, pero de las del rosario. Menos mal que Sergio García desperdiciaba un 3 contra 2 que puso los Dodotis en remojo, con mimo, como Darder cepilló la sotana para San José.

Ver a Aduriz llegar muerto en el 62' a un remate franco para él, fue descorazonador del año que se viene. Plomo, plomo, plomo... Tarde, muy tarde, Iker Muniain entraba ¿por Rico? (que no estaba amonestado, siendo el mejor) y Susaeta por el donostiarra, justo antes de que Borja Iglesias perdonara de nuevo el segundo a 10 centímetros de la línea de gol.

El segundo periodo fue un suplicio. Los periquitos se gustaban y los athleticzales se hacían cruces, viendo el panorama y deseando no acabar, más de uno, en la unidad coronaria del hospital baracaldés del mismo nombre. Mamma mía... Casi no hubo nada que apuntar en ataque.

El sábado habrá que dar la cara en otro estadio coco, el Wanda Metropolitano de Simeone. No está el Athletic para desperdiciar ni un punto aunque falten Dani García, Yeray y puede que Rulo. La alerta está encendida, De Marcos habla ya de "jugar finales" y muchos de "remar juntos": entre Ziganda y Berizzo han ganado seis partidos en todo lo que va de 2018. Reflexionemos.