Un ladrillo que pudo ser una piedra preciosa
RCD Mallorca y Athletic Club abrieron la cuarta jornada de LaLiga Santander este viernes en Son Moix. Había hambre de fútbol y ganas de despejar la incógnita de si el parón de selecciones habría atascado o no la inmaculada marcha del conjunto de Gaizka Garitano. Tradicionalmente se dice que sale bien de esos ‘Kit-Kat’ competitivos. Hoy, desde luego, lo ha vuelto a demostrar a nivel resultadista con un ¿afortunado o desafortunado? empate (0-0). Hay debate sobre eso.
El pasado curso el bajo rendimiento lejos de San Mamés fue el lastre que capó las opciones europeas del conjunto rojiblanco. Ahora, la engrasada maquinaria del derioztarra, tras el sabroso empate en Getafe, ha sido capaz de seguir con la media inglesa. Gana en casa, tablas en ruta; si bien es justo decir que los dos equipos dieron un palo y fallaron un penalti. Pero el del Athletic fue en el minuto 96'. Eso como que duele mucho más.
Toca decir que el equipo continúa invicto, que duerme empatado con el líder y que remató el doble de veces que los locales, si bien los de Moreno tuvieron antes tres ocasiones clarísimas, de esas que no te entran cuando eres un recién ascendido. Una de ellas un penalti que Abdon lanzó como un sonámbulo. Al igual que Aduriz el suyo. Fatal tirado. ¿No hubiera estado menos condicionado anímicamente Raúl García que Aritz por la noche de su homenaje? Ya no tiene solución...
Un once casi de ‘carrerilla’
Garitano ha repetido la convocatoria y también el once que derrotó a la Real Sociedad en el derbi de San Mamés. Unai López va ganando peso y fue quién acompañó a Dani García en la medular. Era la única duda. Y es que, como dijo el míster. Si algo está bien hay poco que cambiar. Es la primera vez que ha repetido equipo en 31 jornadas.
Los de Vicente Moreno vienen de dos años seguidos ganando, lo que les ha llevado desde Segunda B hasta LaLiga Santander. Tras dos derrotas consecutivas, salieron sin concesiones. En el primer minuto Dani Rodríguez ya había visto la amarilla por una entrada por detrás. Estaban muy puestos, Lago Junior era un incordio para Capa, mientras que los leones apenas aguantaban el tipo a la espera de que bajaran el diapasón.
Un partido tostón, al nivel del arbitraje
La tormenta eléctrica que retrasó el vuelo y puso en riesgo el partido, dio paso al viento, pero el césped estaba potable, aunque rápido como una pista de bosleigh. Una baza nada mala para las carreras de Iñaki Williams. El tema era que había que ponérsela bien, porque en los primeros 25 minutos el portero Reina como si no estaba en el césped. No salía ni en la tele.
En realidad había poco control de balón, Unai López estaba missing, Córdoba gafado y los otros de arriba tampoco lograban sacar algo de las segundas jugadas. En un córner al menos ya Raúl García probó fortuna. Lástima que el remate le salió muy centrado, pero el Athletic había dado por fin un pase adelante. Las jugadas de estrategia eran su menú en una noche espesa como cuando un cachopo es para ti solo.
Tan solo en la recta final del primer periodo se pasó a tomar el control con varias llegadas culminadas por Muniain o Córdoba, pero, curiosamente, las mejores ocasiones las tuvo el Mallorca. Con un libre directo de Salva Sevilla, que Unai Simón despejaba a saque de esquina, y con un mal cabezazo tras ser éste botado. Fue tan flojo como el arbitraje del asturiano González Fuertes. El clon de Gianni Infantino.
Unai López hoy estuvo de que no
La segunda parte empezaba con una amarilla para Unai López, la tercera de los bilbaínos. Casi vio otra de la misma, así que Garitano mandó inmediatamente a calentar a Beñat. Sigue vivo el algoritmo, uno y otro se sustituyen en cada partido, nadie se hace con la plaza. En el 51' entraba el de Igorre por el guipuzcoano, que estuvo realmente opaco, que decía Marcelo Bielsa.
También lo estuvo el marfileño Lago Junior en el 55' cuando tras un taconazo de Febas estaba solo delante de Unai Simón, pero increíblemente la echó fuera. Fue como para darle un beso. Viendo el panorama el aclamado Aritz Aduriz salió por un Córdoba perdido, los aplausos al donostiarra fueron de lo poco bonito del partido. El equipo se reconstruyó con la caída de Williams y Muniain a cada banda.
La mejora fue instantánea. 'Rulo' estuvo cerca de marcar tras un buen centro de Yeray, pero Reina la sacaba sobre la línea de gol. Vicente Moreno viendo el crecimiento de los vascos dio la oportunidad al esperado nipón Take Kubo, que fue recibido con un recadito en forma de empujón por parte de Yuri Berchiche. Marcando territorio el de Zarautz.
Enloquecimiento. Con más faltas que disparos el encuentro estaba en ese punto de que si alguien marcaba hacía un bingo. Raúl García casi se lo apunta tras un voleón de Dani García. Se le fue un pelín alto, como a Dani la 'pinza' con una entrada que pudo ser la segunda tarjeta y mandarle a la ducha.
Con más espacios, en el último tercio el choque se abrió, lo que aprovechó Salva Sevilla para pegar un poste que afortunadamente rechazó la pelota hacia los brazos de Simón. Fue el segundo susto gordo de los bermellones, que acabaron sacando petróleo con Cubo. Supo hacer que Yuri picara con un penalti sin discusión que, ¡gracias amatxo!, el balear Abdon lanzaba fuera en un chut nefasto.
Con la congoja todavía en el cuerpo Gaizka Larrazabal fue la tercera permuta justo antes de que Iñigo Martínez se diera una gran costalada al saltar por encima del pequeño Kubo. El central de Ondarroa se recuperó, pero no sería raro que tenga que pasar esta semana por talleres. Eso dolió mucho.
En la txanpa final Beñat intentó rascar los tres puntos con un tiro desde la frontal, pero Reina la sacaba por encima del larguero. El mismo hierro blanco al que pegó Larrazabal en el tiempo de descuento. Hubiera sido la bomba ganar... Y el VAR del andaluz Melero López revisó la jugada por una mano previa de Baba, que el asturiano, frente a la pantalla, dictaminó con las nuevas reglas como penalti.
Aduriz, el homenajeado, fue el encargado de chutarlo en el 95',... pero Reina lo paró. Qué faena. Eran tres puntos de oro. No se sabe en qué situación anímica estaba el Zorro. Al acabar el mismo reconocía que igual no las mejores... Pero ya da igual. Un partido sosote pudo ser una mina de oro. Se quedó en un punto, lo que tampoco es malo. Cada ladrillo construye una casa.
A la vista: semana con tres partidos
Ya se sabe que a la vuelta de los parones de selecciones la competición suele recuperar el ritmo a marchas forzadas. Tras este retorno alocado en Son Moix, el Athletic deberá afrontar una semana con tres partidos. Comenzará el domingo 22 recibiendo a las 18:30 al Deportivo Alavés en San Mamés. El miércoles toca, por primera vez, jornada entre semana. Habrá que visitar al CD Leganés en Butarque a las 19:00 horas. El Tourmalet se cierra el sábado 28 ante el Valencia CF de Albert Celades, en Bilbao, a partir de las 13:00.