El ruido del silencio en el vestuario del Athletic
"¡Ay de los vencidos!". Recurrió al latín Asís Martín para que, tras la calurosa pugna dominical, los Leones del Athletic no se quedaran dormidos en los 'laureles de la derrota' frente al RCD Espanyol. Castigaba el sol los aledaños de San Mamés. Lo hacía con tanta saña, que el asfalto de plazas y calles sangraba galipó cual grumos de sangre en la frente de un Cristo atormentado.
Se dice que fue Ernesto Valverde la persona que, en nombre de su gente, 'pierna armada' del equipo de su "Club de referencia", cerró la puerta del vestuario con esa rabia violenta que asiste a los entrenadores que no dan crédito. A los técnicos abatidos por la impotencia de querer y no poder.
A los analistas pasmados ante la tesitura de tener que explicar en el foro "algo que no tiene una explicación que conviva con las leyes de la lógica". Se iba el Athletic Club. A expensas de lo que aconteciera en tierras de Alacant y su coqueta 'Dama de Elche'. Amenazaba con no volver si en el inmenso Martínez Valero sucumbía, aterrorizado, por un ataque de agorafobia.
Ruido. Mucho ruido allá donde los bancos corridos, las taquillas, las duchas... y el reguero de pantalones, camisetas y botas. Quejidos, gritos, diálogos para sí, blasfemias esgrimidas de una en una. De abajo arriba, de arriba abajo; de lado a lado; en diagonal; y hasta haciendo el pino de costado. Grotescos ellos.
Los sonidos. "Los sonidos del silencio". Los que hacían ronda por el entorno de San Mamés refieren "un ruido ensordecedor". Rafael Moreno 'Pitxitxi', Briñas, Serrate, Poza, Arana, 'la Intermodal'... Se lamentaba el Athletic de modo lastimero agazapado en la 'Sacristía' de la Catedral.
Salió el sol. Siempre sale. El ruido continuaba. Sucedía que todo aquello que empotraba el vestuario de los 'leones desnudos' sonaba a algarabía, mezcolanza de un universo de tonos que lo malo se tragaba, cual jauría. Jaula era la 'vía'. La 'vía pública'. De palomas muertas y ávidos cazadores.
Nada nuevo bajo el sol. Terminada su sesión de 'cómo ponerse morenas sin esfuerzo', al salir de la piscina, las 'tomadoras de Sol' se topan con el grupeto que hace bulto a las puertas del Tanatorio apegado al Cementerio Municipal de Portugalete.
Muerte y vida. Vida y muerte...
Luis Mari Elustondo: ¡dos nacerán! Ajenos al beneficio que le procuran al Club, es decir, a todas aquellas personas que, como a mí, es el Athletic lo que le gusta, ¡y no el fútbol!, en la 'Plaza Torres Quevedo', 'Ingenier@s animad@s de ayer, hoy y mañana, con su jolgorio, le tapan la boca al ruido violento y raso que dejó atrás Ernesto Valverde tras cerrar la puerta de un vestuario "inexplicable".
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista