Un golazo que vale un tesoro
El Cádiz sacó un punto de su visita a Riazor en un partido donde sufrió cada vez que le dio la iniciativa a su oponente y que no perdió gracias a una genialidad de Querol en la segunda parte. Una derrota habría sido un resultado nefasto y este punto le da la vida de cara al tramo final.
El Cádiz saltó al campo con la baja de última hora de Garrido, una mala noticia para la sobriedad del equipo. Cervera apostaba por Álex en lugar de Edu Ramos, que habría sido la opción más normal. El dibujo era el mismo y el partido era como se esperaba, con el Deportivo llevando la iniciativa y con el conjunto gaditano esperando para salir a la contra.
A los amarillos no se les veía muy finos en el inicio. Caía en muchas imprecisiones y no era capaz de llegar al área rival con opciones. Por suerte, su rival tampoco tenía las ideas claras. Un cabezazo de Eneko Bóveda fue el primer aviso de los locales, pero Cifuentes detuvo sin problemas.
El equipo no era capaz de hacer llegar el balón a Machis, una de las premisas innegociables. Como sucedía en otros partidos lejos del Carranza, el venezolano empezaba jugando como delantero y ahí tenía mucho perdido por jugar de espaldas a la portería.
En los primeros 25 minutos no pasó absolutamente nada. Ninguno era capaz de imponerse y aunque parecía bajo control, era una situación inquietante por la calidad de los atacantes deportivistas. Edu Expósito hacía daño entre líneas y eran bastantes los córners a favor de los locales en la primera media hora, aunque sin peligro.
Aketxe lanzó una falta directa en el minuto 30 y Dani Giménez intervino con acierto. Tuvo la suerte de que no era en su perfil bueno. Y la fortuna acompañó al Cádiz en un remate cercano de Carlos Fernández que se estrelló en el larguero en el minuto 40. El Deportivo buscaba con más decisión la portería y encontró el premio antes del descanso con un gol de Quique tras un buen centro de Bóveda.
En la segunda parte había que reaccionar y, como pasa en otros partidos fuera de casa, el equipo empezó a asumir riesgos ofensivos cuando se vio por debajo en el marcador. Machis realizó un gran disparo en el minuto 48, pero Giménez evitó el gol. Antes el árbitro se comió un claro penalti sobre Kecojevic, que fue agarrado cuando iba a rematar en un balón parado.
La iniciativa era cadista y eran los locales quienes esperaban ahora para salir al contragolpe. Cervera metió a Querol y Jovanovic en busca de sacar, al menos, un empate. En ese momento el equipo llegaba con más gente y había sensación de peligro, pero seguía faltando el acierto y la puntería, como en el primer periodo.
Pasaban los minutos y al Cádiz le estaba costando mucho generar ocasiones. Todo cambió cuando el balón le llegó a Querol en el minuto 78, momento en el que marcó un gol sensacional poniéndolo en la escuadra después de hacerse un autopase.
El equipo se plantó en el tramo final estando mejor, pero tras empatar dio un paso atrás y volvió a sufrir. Cifuentes evitó el segundo en un cabezazo de Carlos Fernández. En una contra el Cádiz se plantó tres contra dos, pero Querol se precipitó y lanzó cuando estaba solo Machis en la izquierda. El partido se volvió loco al final y se debe dar por bueno el empate.
