Cervera no permitirá otro final de temporada sin tensión
Álvaro Cervera es el hombre de la semana en el Cádiz CF. En Granada quedó casi atada la permanencia del conjunto amarillo en LaLiga Santander y su marcada personalidad ha llamado la atención de todos los medios de comunicación. Este martes fue protagonista en El Pelotazo de Canal Sur, donde dejó claro lo que queda por hacer en las cuatro jornadas que quedan.
"Hemos hecho grandes temporadas en Segunda y la del ascenso perdimos las tres últimas jornadas y eso no nos puede pasar este año porque nos dejó un mal sabor de boca. Tenemos cuerda para rato y hay que terminar bien ésta para empezar bien el próximo año", avisa el técnico cadista.
No puede dar por cerrada la permanencia, pero reconoce que tendría que pasar una hecatombe para que se escapara: "La temporada es buena, faltan cuatro partidos y tienen que pasar cosas muy raras para que pase algo que no pensamos".
Fue muy comentada su reacción del final de partido en Granada. Estaba eufórico y lo explica: "Normalmente tengo los dos polos, o inexpresivo o muy expresivo. El año ha sido duro porque nos han pasado muchas cosas y al final sueltas la tensión. No quería llegar al final exigiendo al equipo porque no se lo merecía. Fue una alegría y sacar adrenalina".
No esperaba un final tan tranquilo y lo admite abiertamente: "Al principio de la temporada nadie lo pensaba porque los jugadores que tenemos que han estado en situaciones parecidas nos decían que llegar con opciones al final ya era un éxito. Luego durante la temporada hemos competido bien y somos merecedores a tener cierta tranquilidad".
Y si el lunes destacó que tiene jugadores en el vestuario que defienden a muerte sus ideas, ahora admite que algunos le hicieron ver que no debía salirse de su estilo; "Yo me equivoco muchas veces. Al estar en Primera, que no es habitual para mí, quise hacer cosas que no podía. Los propios jugadores me decían que no podíamos ir a campo abierto, presionar arriba, que necesitamos defender con nueve por detrás de la pelota y eso hay que meterlo en la cabeza. Fueron ellos los que me hicieron recapacitar y tenían razón".