Inglaterra buscará su primera Eurocopa frente a una Italia muy poderosa

El domingo 11 de julio, a las 21.00h, Italia e Inglaterra van a jugar en el Estadio de Wembley, en Londres, la final de la Eurocopa 2020.

Tras una fase de grupos apacible, Italia ha conseguido superar grandes dificultades en su camino a la final durante las eliminatorias. En los octavos de final tuvo un partido complicadísimo ante Austria, que se resolvió en la prórroga, tras acabar sin goles en los 90 minutos reglamentarios. Los transalpinos derrotaron por 2-1 a los centroeuropeos, en un duelo que puso en entredicho la superioridad que los azzurri habían mostrado en la fase de grupos. Italia encaró el partido de cuartos de final con la etiqueta de favorita (aunque ligera) ante Bélgica. Los de Mancini lograron derrotar a los diablos rojos por 2-1, con cierta autoridad. La Azzurra se enfrentó en semifinales a España y lo pasó muy mal. Logró el pase a la final en la tanda de penaltis, gracias a su meta Donnarumma. España dominó el partido con claridad y únicamente la falta de puntería de sus jugadores impidió que los de Luis Enrique se clasificaran para la final. La eficacia transalpina fue clave en este partido, en el que los de Mancini se vieron obligados a cambiar su alegre juego ofensivo por su histórico catenaccio.

Inglaterra, por su parte, ha llegado a la final dejando una sensación agridulce, sobre todo, por el escaso nivel de su técnico Gareth Southgate. Los Pross, que tienen un potencial ofensivo increíble, han adoptado durante toda la Eurocopa una estrategia defensiva, basada en la solidez de su defensa y en el perfil de sus centrocampistas. Tras superar la fase de grupos ante rivales sencillos, en los octavos de final, Inglaterra se enfrentó a Alemania y la derrotó por 2-0, con goles de Sterling y Kane. Los británicos únicamente remataron 5 veces en todo el encuentro y su posesión solo fue del 47%. La victoria por 2 goles maquilló las carencias creativas de Inglaterra en el centro del campo y el planteamiento demasiado cauteloso de un Southgate que no está a la altura de su roster. En los cuartos de final, Inglaterra se enfrentó a un juguete roto, la selección de Ucrania. Los ex soviéticos no se merecieron llegar a las eliminatorias por el título. El despropósito táctico de Suecia y su penoso seleccionador propiciaron que Ucrania llegase a los cuartos, pero allí, nada tuvo que hacer con Inglaterra. Los de Shevchenko bajaron los brazos en el minuto 4, tras recibir el primer gol; a partir de ese momento se dejaron llevar, ni defendieron ni atacaron; simplemente esperaron el final del partido, en el que fueron derrotados por 4-0. El resultado maquilló de nuevo las carencias creativas del centro del campo inglés y los escasos recursos tácticos de Southgate. Inglaterra jugó las semifinales ante Dinamarca. Los nórdicos pusieron a los británicos contra las cuerdas. De hecho, lograron adelantarse en el marcador con un golazo de falta directa de Damsgaard. Southgate no realizó ninguna variación táctica y tuvo la fortuna de tener a Harry Kane y a Raheem Sterling en sus filas. Los puntas británicos lograron sobreponerse al cortocircuito de su centro del campo. Lograron llevar el partido a la prórroga y allí, un gravísimo error arbitral doble del colegiado Danny Makkelie (pitó un penalti inexistente en una jugada en la que había dos balones en el campo) facilitó el pase a la final de Inglaterra. Los Pross hicieron más méritos que los daneses, pero sin la ayuda arbitral probablemente el partido se habría decidido en los penaltis, donde Kasper Schmeichel era mucho fiable que un inseguro Pickford.

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¿Ganará Inglaterra su primera Euro o volverán a demostrar que tienen el pecho frío? ¿Podrán los italianos conquistar Wembley y ganar la Euro, como se merecen? Las respuestas: el domingo.