El Cádiz, prácticamente salvado tras la victoria ante el Celta
En el Estadio Nuevo Mirandilla se palpaba la tensión en el ambiente. Tras la derrota en la última jornada contra el Villarreal, el Cádiz estaba contra las cuerdas. Sin saber lo que harían el resto de equipos, estaba obligado a ganar contra un rival directo como el Celta de Vigo para acercarse aún más a la salvación. Pero el Celta tampoco estaba por la labor de regalar puntos y meterse en la gran pelea a falta de una jornada.
Sin embargo, fue el Cádiz el que salió mucho mejor al partido y con las ideas bastante claras. Los hombres de Sergio tuvieron el control del partido desde el principio, aunque les faltaba éxito cerca del área rival. Sobre la media hora, Bongonda caía al suelo y el colegiado señalaba penalti a favor del Cádiz. Pero tras una revisión del VAR, De Burgos Bengoetxea rectificó y le quitó el penalti a los locales.
La afición comenzaba a cabrearse por las decisiones arbitrales y más aún después de que le anularan un gol al conjunto cadista por fuera de juego previo. Al descanso, el resultado seguía en tablas y al Celta le interesaba ese marcador.
Aunque todo cambió en la segunda mitad. Una gran jugada de Gonzalo Escalante terminó con una asistencia a Rubén Sobrino, que no perdonó. Ese gol era el impulso que necesitaba el Cádiz y, tras él, Sergio reordenó la estructura de los suyos y centró sus esfuerzos en mantener el resultado. El Celta de Vigo dio un paso adelante, pero no le sirvió de nada. Los locales aguantaron muy bien y se llevaron un triunfo que vale oro. Tanto que el empate en la última jornada contra el Elche les vale para certificar su estancia en LaLiga Santander, por lo que están a tan solo un paso del objetivo.
