Una vibrante semifinal ACB endulzó una decepcionante temporada del Valencia
La vibrante semifinal que el Valencia Basket protagonizó ante el Real Madrid en la Liga mejoró la imagen que había dejado el conjunto valenciano durante muchos meses en una temporada lastrada por la decepcionante eliminación en la Euroliga.Nacho Herrero
El club valenciano se había puesto como gran reto para esta temporada completar una buena participación en la máxima competición continental, pero acabó apeado tras una primera fase en la que fue siempre a remolque.
Los dirigentes de la entidad han reconocido en varias ocasiones el fuerte golpe que supuso tanto la eliminación como la mala imagen ofrecida por el equipo. Ambos factores laminaron el crédito del técnico Velimir Perasovic, que fue destituido unas semanas después.
Carles Duran, que había sido su ayudante, se hizo cargo del equipo pero tras una lógica reacción inicial tanto el juego como los resultados se instalaron en una estresante irregularidad.
Brillantes victorias como la lograda en la fase regular ante el FC Barcelona o las conseguidas en octavos de final de la Eurocopa ante el Bayern de Múnich se combinaron con buenas actuaciones sin el premio del triunfo, como ante el equipo catalán en la Copa del Rey, pero también con decepcionantes derrotas.
La eliminación en la Eurocopa, desbordado de manera clara por el Khimki en cuartos de final, o inesperados tropiezos en la fase regular de la ACB, ante el Dominion Bilbao Basket en la Fonteta o en la pista del Herbalife Gran Canaria, complicaron el camino del conjunto valenciano, que quedó quinto en la clasificación.
El objetivo del club era repetir entre los cuatro primeros clasificados pero no fue así y se quedó sin ventaja en el factor pista en cuartos de final, en los que quedó emparejado con el Bilbao.
Dos valiosas victorias en la complicada pista del equipo vasco, dieron la clasificación al Valencia e hicieron olvidar una nueva decepción, la derrota sufrida en la Fonteta en el segundo encuentro tras una pésima segunda parte.
La transformación del equipo se completó en la semifinal ante el Real Madrid. Tras un arranque tibio en el primer encuentro, el coraje mostrado ya en la segunda parte de ese choque, aunque no bastó para lograr el triunfo le marcó el camino a seguir.
En el segundo partido, el equipo de Duran superó por completo al Real Madrid y tuvo la fortaleza necesaria para aguantar las embestidas del equipo de Pablo Laso, pese a las bajas que le empezaban a acuciar.
Un guión parecido tuvo el tercer choque pero la canasta de Luke Harangody sobre la bocina que podía haberle dado el triunfo quedó anulada por llegar con la posesión agotada y en la prórroga un triple de Sergio Llull dio el triunfo al Madrid.
También pudo haber cambiado el signo de la eliminatoria el recurso por una posible alineación indebida del madridista Marcus Slaughter pero tanto el juez disciplinario de la ACB como el comité de apelación de la Federación Española lo desestimaron, aunque el club recurrirá al Tribunal de Arbitraje Deportivo.
En el último choque, de nuevo muy mermado, compitió de 'tú a tú' ante el conjunto madrileño los tres primeros cuartos pero cuando su rival abrió hueco en el marcador, ya no tuvo argumentos para darle la vuelta.
Aún así, sus seguidores agradecieron el esfuerzo y le premiaron con una calurosa despedida, que simbolizaron la transformación final de un equipo al que había silbado en varios partidos y ante el que acabaron rendidos.