Kuzminskas me lo confirmó

En el Unicaja hay un tal Kuzminskas que en 20 minutos y 21 segundos hace 14 puntos, coge 5 rebotes y termina con una valoración de 19. Plaza lo sentó en el tercer cuarto y no jugó más. Inédito en el último parcial, no hizo falta su concurso para rematar la faena ante Fuenlabrada (81-59). Se sumaron a su fiesta Smith, Germán Gabriel y el peleón Alberto Díaz, que da un plus de intensidad al cojunto verde cuando está en la cancha. Pero el rubio es el rubio. Confirma sensaciones.

Plaza sabe que este curso tiene una rotación más larga, pero le debía unos minutos a Germán Gabriel de otras citas. Así que lo puso en su quinteto titular ante el Fuenlabrada junto a Fran Vázquez. Le salió bien la apuesta. Porque la primera canasta del partido fue del malagueño, un triple cómo no. Aportó como todos en realidad, pero claro, parece que no porque sólo hay ojos para Kuzminskas.
Y no es para menos. El rubio anotó diez puntos en el primer cuarto sin falló en el tiro. Impresionante exhibición de nuevo y el partido se quebró. Entre unos y otros condujeron el marcador a un 31-14 que hacía adivinar una tarde plácida. El segundo cuarto lo confirmó. Aunque al principio hubo un pequeño atascó, el Unicaja terminó de derribar el muro de los 20 puntos ante un Fuenlabrada absolutamente perdido. Algún triple les sujetó cuando los verdes se iban de 25 y 26 (del 43-18 al 43-21 y del 47-21 al 47-24).
De todos modos, la renta era de 23 puntos. Parecía una quimera para el Fuenla de Tabak pensar en la remontada. Cualquier atisbo de vida sería más demérito local que virtud de los madrileños. Aunque lo que se vio en el Carpena en el tercer periodo fue una mezcla de ambas cosas.
Porque el arranque del Montakit Fuenlabrada fue muy bueno. Debió echarles una bronca tremenda Tabak en el vestuario porque salieron más agresivos en ambas canastas y ello les condujo a un 0-9 de parcial (47-33) con el que se aferraron al partido. Pero Smith quería su cuota de responsabilidad y dinamitó la racha visitante con un triple (50-33).  Poco a poco al fulgor del Fuenla se diluyó y Plaza fue dirigiendo los cambios hacia un quinteto más guerrillero. Así volvieron las aguas a su cauce (65-40).
A pesar de los 25 de ventaja, el Fuenla tiró de espíritu y volivó a abrir el cuarto con un triple, una canasta y otro triple (65-48). De nuevo un parcial de arranque que pilló con el paso cambiado a un Unicaja. Le costaba mantener la tensión porque no sentía en ningún momento que el marcador peligraba. Al final se ajustaron casi por inercia los roles de cada equipo, pero no es mal día a pesar de ganar por tanta diferencia para estudiar las cosas a potenciar y las que hay que pulir.