Increíble adiós a '31Ü' y a los play-off's en Miribilla (+ FOTOS)

Hasta siempre '31Ü'... que cruel es a veces el deporte, pero tal vez eso es parte de su magia. Un triple de Joan Sastre desde su cancha sobre la bocina dejaba al Dominion Bilbao Basket sin play-off's al perder 72-73 en un partido que se debía ganar para jugar por el título y creaba una atmósfera inesperada cuando hubo que decir adiós a un mito con 430 partidos de Liga ACB.

"Raül, Raül, Raül,... " rugía Miribilla este domingo en la que ha sido la hora del adiós de una leyendaza del basket, Don Raül López. Si bien la mañana era de transistores, porque aparte de vencer al CAI había que esperar una carambola de otras canchas, éstas se dieron pero se falló en casa. Aparte de la canasta desde Zaragoza, se vencía por 15 a 4 minutos del final y un parcial de 4-20 le deja eliminado...
Fue un mazazo pero nada podía eclipsar el adiós del mago de Vic, que supo premiar el cariño recibido en el Bilbao Arena en forma de gritos, pancartas y aplausos con varias acciones dignas de highlights NBA.
Lo que siempre ha sabido hacer el hombre llamado a sustituir a John Stockton: un reverso por aquí, una asistencia por la espalda allá, un alleyhoop bien tirado... ¡que pena que te vayas, mago! Hoy dejaba 9 asistencias en la planilla de estadísticas, pero la ovación con el pabellón en pie en el minuto 31 fue de las de poner los pelos de punta, mientras que el catalán, concentrado, trataba de meter al equipo en los play-off's.
Las derrotas del Tenerife y el Fuenlabrada dejaban todo en manos vascas, que con su tembleque se dejaron remontar hasta perder poniendo una lágrima al bonito adiós de Raül con aurresku, makila, txapela y jamón incluido de la Peña Turin. Un video final en el marcador central que arrancó las lágrimas de Raül puso adiós a una carrera maravillosa que tuvo 5 años en Bilbao y que ha cerrado con unas palabras desde el centro de la cancha: "Hay que saber retirarse a tiempo", dijo antes de dar una vuelta de honor y atravesar un pasillo hecho por sus últimos compañeros al grito de "Bilbo" con un Mumbrú derrumbado por el llanto.