Una derrota que puede ser casi definitiva (72-77)

Un parcial de 9-0 en los primeros tres minutos y medio de partido fueron el mejor ejemplo de la dinámica del partido. El Cajasol salió con la directa hacia la victoria, e incluso a ser posible apuntarse también el basketaverage que su importancia puede tener al final de la Liga regular. De hecho, mientras Fuenlabrada hacía gala de su abuso exterior, los de Plaza igualaron la renta de trece puntos (18-5) que los madrileños consiguieron en la primera vuelta. Sin embargo, como si de un efecto boomerang se tratase, los naranjas se pusieron las pilas para devolver al Caja el parcial inicial de 0-9 y obligar a Plaza a pedir un tiempo muerto para no perder toda la renta antes del final del primer cuarto, al que se llegó con un tanteo de 22-14.

Mejor aún se pusieron las cosas en los primeros compases del segundo cuarto. Un triple de Urtasun devolvía los trece puntos arriba a los sevillanos (29-16), mientras que otro seguido de Ivanov y una canasta de dos daban a los cajistas su mayor renta del partido: 18 puntos de ventaja (34-16). Quedaban 5'43'' para el descanso y a partir de entonces la precipitación en el ataque sevillano, la retirada definitiva de Davis del partido tras caerle Biyombo encima y le mejor lectura del Fuenlabrada buscando más la penetración a canasta, y tirando sólo de tres cuando la ocasión lo requería, permitieron un parcial de 3-17 para los de Salva Maldonado, que redujeron la diferencia al descanso hasta el 41-35.
Le reposo no sentó nada bien al Cajasol. Su rival salió más enchufado y provocó el peor cuarto de los sevillanos, alcanzando su primera ventaja en el partido (48-49) en el ecuador del tercer cuarto y desesperando a Joan Plaza en el banquillo. El joven congoleño de 22 años, Biyombo, se iba haciendo cada vez más grande en la pintura y los Bullock, Kirksay o Calloway no daban señales de vida en ataque. Paul Davis intentó forzar, pero apenas pudo. Para más inri los tiros libres tampoco eran una garantía, y así se llegaba al último cuarto con un equilibrado 57-57.
Nada cambió en los minutos finales. El Cajasol era un despropósito, pero su rival más aún. Plaza optó por jugarse el partido con sus referencias en el banquillo durante buena parte del cuarto, dando la responsabilidad a Joan Sastre, entre otros, junto a la siempre acertada voluntad de Urtasun. Pero aún así, parecía que ninguno quería ganar, con pérdidas continuas, malos tiros y errores impropios de la elite. Logró despegarse un poco el conjunto sevillano (67-62), pero una antideportiva a Katelynas y un triple de Mainoldi devolvía la igualdad, hasta el punto de poner un punto arriba a Fuenlabrada (69-70) a falta de dos minutos. Es más, Plaza apostó por defender en zona el último minuto de partido ante el equipo que más triples se juega en la ACB, y eso lo agradeció Kus para poner un 72-75 que ya resultó definitivo. Mal partido del Cajasol, derrota ante un rival directo y los playoff se ponen cuesta arriba.