Sky abre el debate del liderazgo Thomas-Froome
José Luis Sorolla
Alpe d'Huez (Francia), 19 jul .- La trilogía alpina ha abierto con total claridad el debate sobre el liderazgo en el seno del equipo más potente del Tour 2018, los británicos del Sky que llegan a su final con dos de sus hombres copando las dos primeras plazas de la general.
El galés Geraint Thomas viste de amarillo mientras que su compañero el británico Chris Froome mantiene en su haber los galones de la jefatura y el liderato del equipo otorgados por los máximos responsables. De los tres días en los Alpes Thomas sale con una diferencia de 1 minuto 39 segundos, que se ha incrementado en 40 en estos tres días.
El lastre que debe arrastrar en su contra el ahora líder no es nuevo en la formación que dirige con mano de hierro Dave Brailsford y ya se ha repetido desde su creación en 2010 en dos ocasiones en grandes vueltas.
En 2011, cuando todavía eran unos recién llegados al pelotón internacional y su futuro dominio ni se intuía, se vivió el primer episodio en la Vuelta a España en la que quisieron con su ciclismo científico y cartesiano elevar a las alturas al especialista en pista Bradley Wiggins con Chris Froome como acompañante.
Froome demostraba día a día que estaba mucho más fuerte, pero su trabajo se supeditó la mayor parte del tiempo a ayudar a su compañero y lo que terminó demostrándose como una jugada no tan fuerte lo llevaron tan lejos con el ahora Sir que no dispusieron de capacidad de maniobra para impedir que el español Juanjo Cobo terminase imponiéndose por delante de Froome y Wiggins. Los Sky se tuvieron entonces que conformar con ver desde el segundo y tercer puesto del cajón, respectivamente, al cántabro.
De lo que había sido un fracaso, los británicos sacaron la enseñanza para el Tour de 2012 donde vivieron una situación similar, donde Froome parecía ir frenando y contrapedaleando para aupar a su compañero al que iba a ser el primer triunfo de la historia de un británico en la Grande Boucle.
Ahora, con Froome pretendiendo completar el hito de ganar cuatro grandes seguidas con lo que igualaría lo que hizo Eddy Merckx entre 1972 y 1973 (con Giro y Tour en 1972, y Vuelta y Giro en 1973), el que se está supeditando a su líder es Thomas. Por el momento Froome cuenta en su haber con Tour y Vuelta en 2017 y Giro en 2018.
El galés ha sumado dos victorias seguidas en los dos finales en alto alpinos, La Rosiere y Alpe d'Huez, pero sobre todo en esta última ha dado la sensación de supeditar su actuación a intentar que Froome pudiese dar un golpe de mano para el que no parece contar con las fuerzas suficientes para llevarlo a cabo.
El ex componente del Sky, el español Mikel Landa (Movistar), ha reconocido el enorme potencial de sus actuales rivales que "han impuesto un ritmo durísimo" con el colombiano Egan Bernal en las 21 curvas de Alpe d'Huez.
Sin embargo no cree que sean invencibles porque el desgaste al que les están conduciendo sus adversarios piensa que puede pasarles factura los próximos días porque en esta última etapa de montaña en los Alpes "se les ha visto un poco más apurados".
De momento la artillería pesada con la que cuenta el equipo Sky ha convertido en baldíos los intentos de hacerles daño de cualquiera de sus rivales.
Los innumerables recursos que tienen en su formación les permite ir marcando el ritmo de carrera que más les conviene en su desarrollo hasta que con la meta casi a la vista pueden entrar en acción sus líderes.
La jugada les está saliendo bien, aunque todavía no han conseguido convertir en realidad los objetivos con los que partieron en la Isla de Noirmoutier al comienzo del Tour, que Froome sea el líder y que Thomas le acompañe.
Revertir la situación es lo que van a intentar a partir de ahora, lo que habrá que ver es si Froome dispone de los recursos necesarios, sobre todo después de su victoriosa participación en el Giro de Italia y el cansancio que pueda acumular, para superar a su compañero de formación. Además, uno y otro no están solos y algunos de sus rivales dan la sensación de disponer de capacidad para, al menos, intercalarse entre los dos británicos.