Fabio Rodríguez, el técnico que talló al diamante llamado Egan Bernal
Zipaquirá (Colombia), 28 jul (EFE).- Desde que Egan Arley Bernal Gómez llegó al ciclismo rompió los moldes y por eso su brillante desempeño en el ciclomontañismo y la ruta son resultado de un concienzudo trabajo que le reportó el título en el Tour de Francia, el mayor logro de los 'escarabajos' en las carreteras del mundo.,Quien así lo considera es Fabio Rodríguez, cuya gran satisfacción es haber guiado a Egan, al que recibió con 8 años de edad en un club de ciclomontañismo de Zipaquirá, la pobl
Zipaquirá (Colombia), 28 jul .- Desde que Egan Arley Bernal Gómez llegó al ciclismo rompió los moldes y por eso su brillante desempeño en el ciclomontañismo y la ruta son resultado de un concienzudo trabajo que le reportó el título en el Tour de Francia, el mayor logro de los 'escarabajos' en las carreteras del mundo.
Quien así lo considera es Fabio Rodríguez, cuya gran satisfacción es haber guiado a Egan, al que recibió con 8 años de edad en un club de ciclomontañismo de Zipaquirá, la población que este domingo "estalló" de júbilo al ver coronado en Francia a uno de sus más ilustres hijos adoptivos.
Para Rodríguez, que como ciclista profesional corrió en el Mapei-Clas y ganó en España la Vuelta a los Valles Mineros (1993) y el Clásico RCN de Colombia (1991), lo hecho por su antiguo, pero más aventajado alumno, es "algo muy grandioso".
"Significa la satisfacción del deber cumplido y el amor que yo le he puesto al entrenar a cada niño. Significa estas canas que tengo, significa todo", dijo a Efe con la voz entrecortada por la emoción del título.
Y es que Rodríguez valora todavía más que Egan haya ganado a los 22 años el Tour de Francia, carrera de la que además fue el mejor joven y al que le faltó poco para ganar la camiseta de la montaña.
También, recordó que el nuevo campeón del Tour consiguió el título sin haber ganado una sola etapa, lo que demuestra su sagacidad a la hora de "leer las carreras", un rasgo que, unido a sus condiciones de gran escalador, hacen pensar que con él nace una nueva era del ciclismo en la que Bernal será el referente.
Además de las condiciones naturales, Egan tiene un organismo privilegiado y a todo ello le suma las nuevas técnicas del ciclismo moderno, que no dejan nada al azar para formar a un talento de la talla del joven campeón, que nació en Bogotá pero se crió en Zipaquirá, cuyos casi 126.000 habitantes celebraron el título.
El entrenador explicó que "en la época (años 80 y 90) a nosotros nadie nos trabajaba todas las condiciones físicas. Si era escalador me ponían a hacer subidas nada más, si era velocista me ponían a hacer llegadas nada más y ahí nos quedamos".
Rodríguez aseguró que "hoy en día hay otros procesos y todos los entrenadores ya saben que tienen que trabajar en el deportista todos los aspectos físicos. Entonces, por eso Egan es un deportista más completo".
A diferencia de otros ruteros, Bernal tuvo formación en el ciclomontañismo, una disciplina que le aportó unas características que no podría encontrar en ninguna otra.
"La técnica que él tiene, los cambios de ritmo que da el ciclomontañismo no los tiene la ruta", aseveró Rodríguez, quien además recordó que en la etapa contrarreloj de la vuelta a Suiza de este año vio derrapar a Bernal.
"Un ciclista de ruta normal se hubiera caído, pero ahí él mostró la técnica que aprendió en el ciclomontañismo", dijo orgulloso.
Otro aspecto que valoró Rodríguez de su pupilo es que jamás se quejó por la dureza de los entrenamientos: "Cuando todo el mundo hacía dos horas en medio del barro y la lluvia, él hacía casi el doble. Puro trabajo y entrega en busca de lo que quería".
Eso se vio reflejado en que Bernal supo manejar la presión, controlar sus emociones y ganarle el partido a la ansiedad porque actuó como un veterano de mil batallas en este Tour que acabó coronando.
"Supo leer la carrera y tomar decisiones en los momentos clave. Dosificó sus energías y explotó ese ahorro el jueves y viernes para subir en la general", sentenció Rodríguez, que celebrará con sus amigos el triunfo en el Tour de Francia de su antiguo alumno, el gran sueño de todo niño que empieza a pedalear sobre una bicicleta.