Los tres problemas del Skoda Kodiaq que no te cuentan (y uno es muy gordo)
Skoda se ha convertido en una de las marcas de moda en Europa. Tras años viviendo a la sombra de otros grandes como Volkswagen o Audi, ahora los rumanos han dado un paso adelante y ya juegan en la misma liga.
Y el Kodiaq es una muy buen prueba de ello. Nadie duda ya que los SUV son los coche de moda en la actualidad, y el de Skoda es uno de ellos. La marca lo sabe y, con ganas de darle un extra a todos aquellos que buscan potencia, han creado la versión RS.
La versión más deportiva de un Kodiaq que entre muy bien por los ojos. Y es que si la versión ‘normal’ ya es más que atractiva, esta es espectacular. Además, su motor diésel 2.0 de cuatro cilindros, doble turbo, que entrega 240 caballos de potencia hacen de este SUV uno de los más atractivos.
Los tres problemas del Skoda Kodiaq RS
Sin embargo, son tres los problemas que hacen que muchos vean en él y quiero y no puedo. Y es que, a diferencia del Octavia RS, que muchos sí que consideran un deportivo, este Kodiaq no deja de ser un SUV de siete plazas ‘inflado’.
Y eso hace que uno de sus graves problemas sea, como no, el excesivo peso que no hace otra cosa que hacer del coche cuanto menos difícil de manejar en algunas situaciones. Por otro lado, aunque es menor, algunos de sus acabados interiores deja mucho que desear tratándose de una versión superior.
Sin embargo, el problema gordo llega en carreteras cerradas y con curvas lentas, ahí el balanceo del coche (no deja de ser un SUV grande) se vuelve más que incómodo. Tres problemas que suponen un pero a este Kodiaq que ,e so sí, sigue siendo un modelo muy a tener en cuenta.
No son rumanos son checos. Dacia, tambien magníficos, si son rumanos.