La bomba del Peugeot 3008 en España que asusta (y mucho) al Nissan Qashqai
Ojo porque en Nissan están asustados. Y tienen motivos para ello. Con el primer cuatrimestre del año ya cerrado las listas de ventas de los SUV ya empiezan acoger forma y a revelar cuáles serán las tendencias para este 2019.
Y ahí el Qashqai y el Peugeot 3008 están teniendo mucho protagonismo. De hecho, tal y como cuentan desde dentro de ambas marcas, son dos de sus modelos con mayor índice de ventas y dos de sus piezas claves para conquistar el mercado.
La bomba del Peugeot 3008
No es ningún secreto que el Qashqai es el referente en el sector. Nissan fue la pionera en este sentido y nunca ha dejado de ser el SUV más vendido en nuestro país desde que salió al mercado.
Sin embargo, los datos del Peugeot 3008 están poniendo a más de uno nervioso en las filas del fabricante japonés. Y es que, pese a que el Qashqai se está imponiendo en este 2019 con 11.231 modelos vendidos, el SUV francés ha pegado un fuerte empujón y está cerca.
Peugeot ha matriculado ya 8.265 modelos. Cierto que la diferencia sigue siendo muy destacada y que el Qashqai está muy por encima del resto, pero no son pocos los que aseguran que a final de año el panorama se igualará.
El diseño y las prestaciones del modelo galo hacen que cada vez más los españoles decidan optar por mirar más allá del clásico Qashqai. Queda mucho aún (y es posible que nunca se produzca) para que llegue el tan esperado sorpasso por parte de Peugeot.
Eso sí, teniendo en cuenta que parece que las distancias entre ambos se están recortando, no sería de extrañar que los nervios (controlados) actuales en Nissan se convirtieran en algo más una vez se acerquen los últimos meses de este 2019.
Pues yo, en el mes de enero de 2019, adquirí un Peugeot 3008 GT Line Puretech 1.6 180 cv. Cuatro son las veces que se quedó parado por un fallo de motor, teniendo que ser remolcado en cada una de ellas por una grúa hasta un taller oficial. La última ocasión fue el 29 de abril de 2019. La avería consistía en la válvula canister, que conllevaba también la sustitución del depósito de combustible. Pues bien, a día de hoy mi vehículo ya lleva 37 días en el taller a la espera del dichoso depósito. La respuesta del servicio de atención al cliente es siempre la misma: "no hay stockage por parte del distribuidor y estamos buscando otras alternativas". No sé cómo funcionará el servicio técnico de Nissan, pero el de Peugeot puedo afirmar que es lamentable. Y no me refiero al taller oficial, que en mi caso me han dispensado un trato excelente. Así que apañados van los que adquieran ese vehículo y tengan cualquier avería, porque, desde mi experiencia, la preocupación posventa de Peugeot por sus clientes brilla por su ausencia.