¡Ojo con el Ford Focus ST! (No te lo cuentan y deberías saberlo si lo vas a comprar)
Cuando Ford presentó su nuevo Focus hace ya unos meses no fueron pocos los que aseguraron que era el “mejor Focus hasta la fecha”. Obviamente las opiniones van al gusto del consumidor, pero es innegable que esta nueva generación ha dado un paso adelante, sobretodo en cuento a diseño.
Y es que el compacto americano tiene todo lo necesario para ser considerado un utilitario deportivo. Y más ahora que llega en su versión ST. Los que quieren tener en sus manos al Focus más deportivo deberán esperar a que Ford lance al mercado la versión RS y conformarse, de momento, con el Focus ST.
Eso sí, esta versión deportiva no es que sea precisamente un brindis al sol por parte de los americanos. Todo lo contrario. Llega con un kit de carrocería específico y dos motores que ya están dando muchos de qué hablar.
El problema del Ford Focus ST
Al margen de los faldones, llantas y difusor específicos para este nuevo modelo, lo que más llama la atención son sus motores. Por un lado un gasolina 2.3 EcoBoost que entrega 280 caballos que logra llegar de cero a cien en apenas 5.7 segundos y un diésel 2.0 TDCI de 190 caballos que hace lo propio en 7.6 segundos.
En cuanto a la velocidad máxima, el de gasolina alcanza 250 kilómetros por hora mientras que el diésel se queda en 220 km/h. Con un precio de 35.150 euros en el Focus ST con motor de gasolina, este modelo bien puede equipararse a otros compactos deportivos como son el León Cupra, Megáne RS y Hyundai i30 N.
Sin embargo, tiene un problema. Y uno gordo: su consumo de combustible. Si bien es cierto que los conductores que se hacen con un modelo deportivo como es este ST saben que van a tener que llenar el tanque de gasolina en muchas ocasiones, ese sobrecoste por el combustible nunca es una buena noticia. Un problema que en Ford no te cuentan y que debería saber si vas a comprarte uno.