El Ford que lleva en España desde 1976 desaparecerá en 2023

Sin duda alguna, el Ford Fiesta es uno de los modelos más icónicos del mercado en todo el mundo. Por ejemplo, es uno de los modelos más vendidos en Holanda en la actualidad. Y aunque en España ha perdido fuelle, no deja de conquistar adeptos cada mes. En sus 46 años de historia acumula más de 16 millones de unidades vendidas.

Un modelo que, sin embargo, estaría a punto de desparecer. Según una fuente británica, el Ford Fiesta ya tendría fecha de caducidad. La fecha prevista para su cese de producción sería a mediados de 2023. Aunque no estaríamos hablando de una desaparición completa.

Ford habría puesto fecha de caducidad al Fiesta

Antes de nada cabe recordar que Ford ya eliminó la versión de tres puertas, dejando solo a la venta la de cinco, más versátil y práctica, así como la variante Active, la versión crossoverizada del Fiesta.

EL motivo de recortar la gama respondía a que otro Ford, el Puma, le estaba quitando muchas ventas, debido a que es un modelo más versátil y más confortable. Algo que provocaba que la producción de tantas variantes del Fiesta empezara a no ser rentable parala compañía. El margen de beneficios se había reducido. Algo también provocado por la crisis de los microchips y el encarecimiento de los transportes.

Por todo ello Ford habría decidido cesar su producción a mediados del año que viene según un informe que proviene del Reino Unido. Aunque cabe decir que Ford no se ha pronunciado al respecto.

¿Regresará en una versión 100% eléctrica?

No obstante, de finalizar su producción, lo más probable es que no estemos ante su final definitivo. Si bien desaparecerá del mercado tal y como lo conocemos, lo más probable es que Ford lance una nueva versión 100% eléctrica para la que conserve el icónico nombre. Tendría todo el sentido. Y es que se hace difícil pensar que Ford vaya a renunciar así como así a un segmento, el de los utilitarios, que todavía tiene muchos adeptos en todo el mundo. Sin duda, lanzar una versión eléctrica que aumente el margen de beneficios sería la estrategia más lógica en el momento que atraviesa el sector del motor, en plena transición hacia la movilidad eléctrica.