En mercados cada vez más disputados como el energético o el bancario, captar nuevos clientes y fidelizarlos es el gran objetivo de los operadores. Programas de puntos con regalos asociados y bonificaciones diversas son el gancho que utilizan desde hace años muchas empresas para lograr esa fidelización deseada. Desde enero de este año con el fin de la bonificación universal para los carburantes que ofrecía el Gobierno, los descuentos en gasolineras se han convertido en la herramienta preferida. Para disfrutar de ellos, es imprescindible contratar determinadas tarjetas y pagar con ellas o, también, instalar aplicaciones y abonar el monto de cada repostaje vía móvil. Repasamos las principales.
La emite Wizink y ofrece un reembolso de hasta el 6% en las compras de combustible en estaciones de servicio Cepsa. Un 3% se aplica al momento del pago y el 3% restante solo se otorga cuando has gastado más de 300 euros al mes en otros comercios.
Devuelve un 8% del gasto en combustibles en gasolineras de Carrefour y un 4% en las de Cepsa y se ingresa el total acumulado en un Cheque Ahorro de Carrefour. No exige que se use el pago aplazado.
Las ofrecen entidades bancarias como Ibercaja, Caixabank y BBVA y aplican un descuento directo de 3 o de 5 céntimos por litro en función del combustible adquirido en estaciones de servicio de Repsol, Campsa y Petronor.
Descuento directo del 5% en las compras de combustible en estaciones Galp, con un límite de bonificación máxima de 30 euros al mes. Este límite se alcanza con un gasto de 600 euros mensual. Abanca dispone también de las tarjetas Tú, Clip y Proyecta, que ofrecen un descuento del 4% en las compras de combustible en estaciones Galp, que se aplica al momento del pago. El reembolso máximo es de 24 euros al mes.
Devuelve un 3% del gasto en estaciones de servicio Galp y Shell y un 1% en el resto de gasolineras. El ahorro máximo anual es de 90 euros y no tiene comisiones de emisión ni mantenimiento.
La tarjeta StarRessa devuelve un 3% del gasto en gasolineras con la marca StarRessa y no tiene comisiones de emisión ni mantenimiento.
Devuelve un 2% del gasto en estaciones de servicio Shell y Galp y un 1% en el resto de gasolineras. El ahorro máximo anual es de 60 euros y no tiene comisiones de emisión ni mantenimiento.
Devuelve un 5% del gasto en estaciones de servicio Galp y Shell y un 2% en el resto de gasolineras. El ahorro máximo anual es de 80 euros y no tiene comisiones de emisión ni mantenimiento.
Reembolso del 3% en las compras de combustible en estaciones de servicio Galp y Shell, sin límite y sin la necesidad de utilizar un método de pago específico.
Sobre el papel, son todas bonificaciones interesantes que, además y en el caso de autónomos, facilitan la siempre compleja tarea de recopilar facturas a final de mes. Con todo, tiene un problema: para obtener el máximo beneficio, se vinculan casi siempre a repostajes realizados en gasolineras abanderadas con la enseña de alguna petrolera. Si repostas en gasolineras independientes o de supermercado, el descuento o no se aplica o es mínimo y, a veces también, las tarjetas que se contratan tienen un coste anual, aunque lo habitual es que, al menos, el primer año sea gratuito.
La diferencia de precio entre el carburante que se comercializa en una gasolinera abanderada y otro low cost oscila entre los diez y veinte céntimos. En Lleida, por ejemplo, este 25 de abril Repsol vendía el litro de 95 a 1,639 y la petrolera independiente Seroil, a 1,498. Queda, eso sí, el consuelo de pensar que el carburante de las estaciones abanderadas es mejor que el de las gasolineras low cost, pero eso no siempre es así.