Este es el gran inconveniente de la gasolina sintética: peor de lo esperado

El uso de combustibles sintéticos como alternativa al coche eléctrico gana cada vez más peso. Se espera que en un futuro próximo podamos usar e-fuels en nuestros coches. Sin embargo, el precio de estos combustibles es uno de sus mayores inconvenientes.

Actualmente existe un plan de fabricación de combustibles sintéticos con expectativas crecimiento. Se espera un aumento de plantas generadoras a partir de energía renovable y captación de CO2. Y que con ello, los precios bajen. Sin embargo, el coste de producción sigue siendo elevado.

El precio es el gran problema de los combustibles sintéticos

Según HIF Global, la mayor productora de combustible sintético en la actualidad, el coste de la gasolina sintética será de aproximadamente 2 euros el litro. Pero como ocurre con la gasolina o el diésel actual, este precio sería solo en origen.

El combustible aún tendría que enfrentarse a una fuerte carga impositiva para llegar a los surtidores y, por lo tanto, a nuestros depósitos. En países como España, el elevado sobrecoste en impuestos que soportan los combustibles supone uno de los mayores problemas de los e-fuels. Teniendo en cuenta que actualmente el 46,8% del precio de la gasolina de 95 octanos corresponde a impuestos como el IVA (21%) y el impuesto de hidrocarburos, si ocurre lo mismo con los combustibles sintéticos el precio de 1 litro de gasolina sintética se puede ir hasta los 2,94 euros. Y eso como mínimo. Eso que supone un aumento significativo respecto a la media actual de 1,60 euros.

¿Tienen futuro los combustibles sintéticos?

El abaratamiento del coste de producción de los e-fuels sería fundamental para que su uso sea rentable y viable a largo plazo. Además, los impuestos que se aplican a estos combustibles podrían ser reconsiderados para fomentar su uso como alternativa a los combustibles fósiles.

A pesar de estos inconvenientes, los e-fuels siguen siendo una opción atractiva para muchos usuarios de vehículos. Entre sus ventajas se encuentran la compatibilidad con los motores térmicos actuales, la reducción de emisiones de CO2 y la eliminación de partículas contaminantes.