Uno de los leit motive de este verano es la subida de los precios de los carburantes. Acumulamos seis semanas seguidas de aumentos. Y en el pasado puente del 15 de agosto hemos visto los precios más altos desde el pasado mes de marzo. Concretamente, la gasolina y el diésel han subido un 1,8% y un 3,4%, respectivamente. Pero atención, aunque el diésel ha subido más recientemente, lo ha hecho menos a lo largo del año. Y llenar el depósito de gasóleo es más barato que el verano pasado a estas alturas. No ocurre lo mismo con la gasolina, que es más cara, según confirmaba el Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE) antes del puente.
Para obtener los datos, se han tenido en cuenta los precios de más de 11.400 estaciones de servicio en España entre el 1 y el 7 de agosto. Entonces el precio medio del gasóleo era de casi 1,553 euros el litro, mientras que el de la gasolina era de 1,680 euros.
Hace un año, el precio del gasóleo era de 1,854 euros por litro, que con la ayuda se quedaba en 1,654 euros por litro. Llenar un tanque de 50 euros el año pasado costaba 82,7 euros durante la primera semana de agosto. Este año, la misma cantidad de combustible salía por unos 77,65 euros en el mismo periodo.
La gasolina, en cambio, costaba 1,860 euros por litro, que se quedaban en 1,66 euros por litro. Llenar un depósito de 50 litros costaba 83 euros. Ahora cuesta 84 euros. En cualquier caso se trata de cifras tomadas de la media de esas más de 11.000 estaciones.
No obstante, a juzgar por los datos del geoportal de hidrocarburos del Ministerio para la Transición Ecológica, la tendencia al alza se mantendrá en los próximos meses, con lo que llenar el depósito de diésel también acabará siendo más caro. Y de momento no hay noticias sobre una posible reactivación de las ayudas.